Muchas veces lo "culto" se construye en oposición a "lo comercial". No es que exista algo "culto" per se, si no más bien todo lo que no es "mainstream" creen que es por que es "culto".
Como el metal por ejemplo, que es muy malo normalmente. (bromita)
Si hay un genero inaccesible, musicalmente, para las masas sería lo que yo llamo música academica, material de la mitad del siglo XX para acá, desde el serialismo, minimalismo, atonalismo, música concreta, etc. Música que muy rara vez se escucha fuera del conservatorio: Ligeti, por ejemplo. ¿Cuantos realmente se sentaran a escuchar una media hora de su música? Digo a mi me gusta pero más por curiosidad que por que realmente me guste la música.
Es un tema complejo pero en realidad se puede simplificar bastante.
La música no es más que sonido, un estímulo sensorial que al llegar a nuestro oído, desemboca en nuestro cerebro a través del nervio auditivo. Una vez en la mente, la música sufre un proceso de abstracción/interpretación que dependerá tanto de la biología (o genética) como de la experiencia o aprendizaje de cada uno.
Las distintas peculiaridades de cada individuo reaccionarán a la música en función de sus conocimientos, inquietudes, intereses, metas, grado de complejidad de análisis, factores personales (como el momento o etapa vital en la que se encuentre), u otros más contextuales (características del entorno socio-histórico en el que se halle mientras escucha esa música),.. etc...
Todo esto puede explicar los motivos que empujan al oyente medio a escuchar música extremedamente comercial, que para otros puede ser música basura. Más allá de la cuestión técnica y académica, las influencias entre músicos supuestamente cultos crean paradigmas que moldean y crean estandares y eso determina lo que se presupone música de "culto", muchas veces distorsianadas y sesgadas por las opiniones personales de esos "expertos", ya que al final no dejan de ser seres humanos con preferencias y gustos que trascienden lo meramente académico.
Yo tampoco olvidaría a la música como refuerzo positivo, asociadas a circunstancias especiales en épocas especialmente intensas emocionalmente, ya que aunque a pesar de lo simple que pueda parecer: las asociaciones entre determinada música y el placer/disforia del individuo han sido confirmadas en muchos estudios, como explicativas de las preferencias por un género, o un autor, o una banda, etc...
Es evidente que al final la música son matemáticas, física y emociones. Estamos biológicamente programados para responder ante determinados timbres y frecuencias de un modo u otro (no olvidemos que primigeniamente el oído esta diseñado para responder a las ondas sonoras con fines de supervivencia, reproducción y tal....) pero eso acaba por modularse debido a la educación recibida, y otras variables ajenas a nosotros, o sea que el tema aunque complejo no debería inquietarnos tanto.
Pero, como la experiencia no es sólo sensorial, sino eminentemente cultural (al punto de condicionar los sentidos),la subjetividad se debe a lo social tanto o más que al sujeto.
#98
Hay momentos de la vida en la que todavía eres joven, y entre las hormonas y todo aquello que ansías, sueños, y todas las cosas que aún no has vivido, te conviertes en el caldo de cultivo perfecto para que determinados discos, canciones y autores te condicionen y queden sellados eternamente en tu mente, y se conviertan en una proyección hacia todo un mundo de posibilidades.
A mi me pasa con bandas que realmente sé que no son nada del otro mundo y sin embargo me transportan a una época en la que todo era más intenso, y uno no estaba todavía de vuelta de todo. En adultos también puede pasar claro, pero lo veo más complicado, a excepción de casos casos concretos como el que comentas.
¡Y no nos olvidemos de la "repetición" continuada y reiterada! Algo así como estudiar empollando en lugar de entendiendo los conceptos. Funciona pero no es lo mismo. Se produce igualmente una asociación entre nuestros hábitos diarios y lo que suena en la radio (inicialmente un estímulo neutro que se adquiere las propiedades de reforzador). El marketing tiene le debe sus principios más primarios (pero no por ell menos efectivos )a Pavlov, Skinner y compañía.