En concreto, sobre las concepciones "tradicionales" y "modernas" en la enseñanza musical, y sobre si realmente se enseñan al alumnado a estudiar, si se le dan trucos prácticos que guíen su estudio entre clase y clase. En la Editorial Grao existen algunas publicaciones al respecto, en la Revista Eufonía, de didáctica musical. Por alguna razón, no soy capaz de encontrar el enlace (¿lo habré soñado?). En todo caso, el número está agotado. Pueden encontrarse numerosos artículos sobre el tema en revistas especializadas, accesibles previo pago desde distintos servidores/indexadores, como Dialnet p.ej.
En el caso de pertenecer a una institución académica que esté afiliada a la red de distribución de estos artículos, y disponiendo de usuario y contraseña autorizados, se pueden leer completos.
También hay cosas muy interesantes en la Complutense y otras, de acceso igualmente restringido http://pom.sagepub.com/content/38/1/85.short Si queréis leerlas habréis de pagar.
Por otro lado, he leído uno de los textos enlazados por SuperT, el del uso de estrategias en alumnos mayores (media edad 70 años). Los autores reconocen que el estudio es muy mejorable, pero sugieren algunas cosas interesantes. Me quedo con estas:
-Los alumnos creen (¿creemos?) que están usando esos trucos prácticos y estrategias más de lo que en realidad las usan.
-Hace falta un tiempo para asimilar el uso de estrategias. Si uno trata de asimilar de golpe un gran número de ellas, no resulta práctico.Esto tal vez respalde algunas de las sospechas de LGarrido (aquello del chiste gráfico).
-Parece recomendable una instrucción específica al respecto, es decir, la habilidad de usar estrategias se aprende y debería enseñarse ANTES de enfrentarse a material complejo. Esto coincide con lo que intuía cuando recopilé los primeros textos, y con las objeciones de mikolopez al respecto. No se trata de convertirse en pedagogo además de en músico, pero un buen taller que encauce al alumno en cómo organizarse para estudiar, qué hacer y qué no hacer nunca, podría ser muy valioso. Eso me tranquiliza puesto que el tiempo que dedico a esto no es perdido, sino invertido.
Es muy curioso que alumnos y profesores estén (estemos) unidos por los mismos errores, pues en otro estudio se demostró que los profesores también creían que enseñaban a usar estrategias, aunque sus alumnos no parecían estar de acuerdo.
Para rematar, en otro artículo académico se demuestra que, aunque los alumnos sean instruidos en el uso de estrategias, tienden a ignorarlas (hablo siempre en términos generales, entiéndase).
Sumando todos estos factores, no es de extrañar que la aplicación de estrategias de autorregulación avance despacio.
A ver cuando me puedo poner con lo de Czerny.