Primero, ¿qué es eso de que tal y como está planteada la enseñanza el Conservatorio solo proporciona intérpretes? En los conservatorios hay muchas especialidades, instrumentista-pedagogo, instrumentista-intérprete, composición, orquestación, análisis...
La creatividad es algo innato, eso no lo discuto, ya que es de cajón. Pero las herramientas son necesarias para exponer la creatividad. Lo que pasa es que en los conservatorios suele haber muuucha gente que desde un principio no han tenido condiciones innatas para la música: falta de oído, falta de sentido musical, poco sentido del ritmo, poca flexibilidad rítmica, etc., etc.,... Todos esos alumnos, tras años de estudios, lograrán tocar peor o mejor un instrumento, tener un título, pero pocos viven de la música.
Si alguno de vosotros se ha topado con una persona que dice que la melodía no es lo suficientemente complicada como para que él demuestre su técnica, estáis ante un flipao. Si os encontráis con uno que no es capaz de improvisar una melodía o un acompañamiento en relación a una canción popular, estáis ante una persona con poca capacidad auditiva y musicalidad nula. Hay mucha gente que toca un instrumento y no tiene ni el más mínimo oído ni sentido rítmico. Pero gracias a esos tipos tan espabilaos que se hacen llamar Pedagogos, en los conservatorios se admite a todo dios, y van avanzando de curso, pasando tasaos, gracias al apoyo de los padres que comparan la música con las matemáticas, y al final acaban una carrera musical sin tener ni puñetera idea de lo que llevan entre manos. Gracias a esos Pedagogos que dicen que el oído se puede adquirir, así como el ritmo... menuda panda de frustrados. O se nace con oido, o no se nace, y no hay más. Y si naces con oido, entonces lo que hay que hacer es educarlo, hacerle escuchar muchos timbres muy distintos por separado, en conjunto, escuchar muchos estilos de música, de ritmos... todo.
Y aquellos que me empiezan a hablar de Los Beatles o de Paco de Lucía, les digo, que una técnica te permite tocar lo que te dé la gana. Benny Goodman tocaba el clarinete, era un máquina con el jazz, el swing... en definitiva, la Big Band. Pero yo he oido a Goodman tocando obras para clarinete y orquesta, que, si bien están basadas en un estilo jazzístico, necesitan de una técnica (emisión, fraseo, ataques de las frases, resolución, cadencias, timbres, igualdad de sonido... etc., etc., etc.) que él no tenía. Resultado: una auténtica castaña. Sin embargo, esa misma obra tocada por un tío que sí ha recibido formación, como es Richard Stoltzman, la borda... y borda Brahms, y borda Corigliano, y Bernstein... Si una persona adquiere una técnica, y tiene creatividad y musicalidad, puede tocar cualquier cosa. Así, un guitarrista al que le va la vida en ello, y su obsesión es la guitarra, conocerá todos los tipos de guitarra, aunque luego se puede especializar en la técnica de una en concreto (guitarra española, un bajo, guitarra eléctrica... lo que sea). Pero conocerá todas y sabrá adaptarse a distintos estilos... Podrá tocar el Concierto de Aranjuez (que no es de Rodrigo, dicho sea de paso), podrá tocar flamenco, y podrá tocar pop.
Punto final.