Playtagain escribió:
Pues en el ejemplo que pones, un Fairlight, creo que sí compras ése valor sentimental. Y con creces...
Puse un Fairlight un poco en plan de coña, ¿cuántos Fairlight se ven a la venta en mercasonic?.
Equipos de ese calibre ya disparan de por sí su valor de segunda mano por su escasez y exclusividad, ahí si que pagas el capricho pero bien.
Playtagain escribió:
Me acuerdo de uno que, mientras un cacharro había bajado de 2000 a 1200, él lo vendía por 1400:
-Oye, que en tienda vale 1200.
-No sé lo que vale nuevo, pero a mí me costó 2000 hace.... 7 años!!! Jajajaja
Ignorancia pura y dura. Por mucho que haya costado en su día, si es un modelo que todavía se vende lo primero que hay que hacer es mirar su precio actual y lógicamente poner un precio siempre inferior a ese por una unidad usada. Excepto en casos raros en los que p. ej. al equipo se le puedan meter muchos extras y el vendedor del usado lo tenga ampliado a tope, o cosas así.
Playtagain escribió:
Y es muy curiosa la percepción...: ahora tengo a la venta un cacharro que me costó 350, me han ofrecido 275 y he dicho que no... Sin embargo, tengo una tele que me costó 500, y por 150 la vendería sin pestañear...
¿Quizás porque le tienes mucho más apego al equipo musical que a la tele, o sea en el fondo valor sentimental?
Fijar un precio también depende de su precio de venta actual, en tu caso si sigue costando 350 nuevo o varió su precio al alza, o si se dejó de fabricar y es un modelo buscado, o suponiendo que aún se venda por 350, el tiempo que hace que compraste el tuyo, si aún está en garantía, etc.
Lo que está claro es que hoy en día no es nada fácil engañar a un comprador, tanto en producto nuevo como de segunda mano, ya que tiene muchos medios para informarse y contrastar precios. No es como antes, que inflaban los precios y engañaban hasta las propias tiendas de barrio.
Hay una en mi ciudad que hace años era como una subasta de productos nuevos, a ver quién daba más. Inflaban los precios sobre el precio de catálogo sin ponerse ni colorados. Cuando veían que no eras tonto y que venías informado de casa, empezaban a hacer descuento como si te hicieran un gran favor, cuando todavía estaban superando el precio oficial de catálogo. Hace bastantes años que dejé de ir y lo que me sorprende es que todavía existe la tienda y con los mismos dueños.