Lo veneciano está presente hasta en obras tan solemnes como la pasión según San Mateo.
Aquí hay mucho de galante vía Venecia y de anticipo de la ópera del XVIII.
Johann Sebastian Bach: Mattheus Passion - La pasión según San Mateo (Completa) - Ton Koopman, 2014
A pesar del canadiense, Bach aburre alguna vez, no todo fue dar gusto.
Aunque entiendo tu punto de vista, no lo comparto. Hay obras que me gustan más y otras menos de Sebastian, pero por lo general no me aburre, sino todo lo contrario.
Conozco la obra de Scarlatti y algo de la de Bocherini (cronológicamente fuera de contexto), sin duda grandes maestros. Pero son dos ejemplos pobres y a mejorar a la hora de compararlos con la corriente italiana y la francesa y por supuesto el inigualable Renacimiento español. No hablemos ya de Bach.
Por ejemplo el Barroco Francés trajo al mundo a bestias como Jean-Baptiste Lully, Marín Marais, Michel Lambert, Robert de Visée, y por supuesto el padre de todos ellos, Monsieur de Sainte-Colombe. He escuchado y estudiado durante tiempo obras de cada uno de ellos y puedo decir que el Barroco francés fue brillante.
Escuchemos a algunos barrocos franceses, todos ellos integrados en la corte de Luis XIV, llamado el Rey Sol. Todos menos Saint Colombe :
Jean-Baptiste Lully y su "Marcha por la Ceremonia de las Naciones" interpretada nada menos que por JORDI SAVALL. Como anécdota contar que en la antigüedad se dirigía la música con un gran garrote en lugar de con una varilla de director como hoy día. Lully se golpeó durante un concierto en un píe, provocándole una herida que gangreno y por la cual murió.
Michel Lambert que aunque compuso poca música, nos dejó obras enormes, por poner un ejemplo: Vos mespris chaque jour interpretada por Les Voix Humaines y la gran diva Suzie LeBlanc.
Y por supuesto al padre de todos ellos SAINTE COLOMBE, sin duda la piedra angular de esta corriente. Este músico mejoró la Viola de Gamba y fue la piedra angular del Barroco francés. Como curiosidad decir que a pesar de que el Rey le pidió y exigió que fuese a palacio a tocar, él siempre se negó, cosa que enfadó mucho a Luis XIV. Hablaremos de Monsieur de Sainte-Colombe:
Sainte-Colombe La Rêveuse - 4ème livre de Pièces de viole - Interpretado por Jordi Savall a la Viola.
Si entramos en los barrocos Italianos que todos conocemos, Franco Flamencos como Orlando di Lasso (que odiaba a los españoles) del que os dejo un programa entero:
Con todo esto quiero decir que no es sano comparar a los grandes músicos. Cada uno es lo que es y las comparaciones, no son buenas. Por tanto tan respetable me parece Scarlatti, como Bach.
#65 Debe ser flipante que tu música sea referencia para todos los músicos e intérpretes de la historia...e incluso como referencia para mostrar las capacidades de instrumentos de todos los estilos
En la película de Mozart se insinuaba por lo visto que se burlaba de Bach y su forma de interpretar...eso honestamente lo veo imposible de creer...al revés, seguro que le admiraba y mucho..
Llegar a interiorizar la música como si fuese parte de tí debe ser maravilloso
Hola bandu, una pregunta ¿lees algo de Solfeo?
Me gustaría que escucharas esta ejecución que hice en 2019 del Minueto en La menor de la Suite nº2 BWV 1008 de Bach.
La voy leyendo e interpretando después de casi seis meses de trabajo la dominé pero... Lo maravilloso es lo que disfrutas leyéndola e interiorizarla como dices, eso no tiene precio.
El mejor regalo que me he hecho en mi vida, ha sido leer música. Hablamos.
En 1789, año de la revolución francesa, Mozart viaja a Leipzig a conocer la vida musical de la ciudad que fuera el hogar final de nuestro Bach. Como se narra en la edición del 21 de noviembre de 1798 de la Allegemeine Musikalische Zeitung, Mozart tocó durante una hora el órgano de la Iglesia de Santo Tomás, el mismo que día tras día Bach tocaba. Transcribimos la memoria de esta visita debida a Rochlitz:
"Por iniciativa del estonces Cantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, el difunto Doles, el coro sorprendió a Mozart con la interpretación del motete para doble coro: "Singet dem Herrm ein neues Lied" del patriarca de la música alemana, Sebastián Bach. Mozart conocía a este Durero de la música alemana más de oídas que por sus obras, que rara vez se escuchan a ahora. Apenas había entonado el coro unos compases, cuando Mozart se quedó asombrado. Tras unos compases más, gritó: ¿qué es esto?, y parecía estar escuchando con toda su alma. Cuando hubo terminado el canto, exclamó lleno de alegría: ¡Al fin algo de lo que se puede aprender! Se le explicó que aquella escuela, en la que había sido Cantor Sebastián Bach, poseía la colección completa de sus motetes y los conservaba como una especie de reliquia. Eso está muy bien, así debe ser - y exclamó - ¡ enséñenmelos ! Pero no había ninguna partitura de esos cantos; hizo, pues, que le entregasen las voces escritas y entonces fue un deleite para este silencioso observador ver cuán aplicado se sentaba Mozart, con todas las voces de su alrededor, en ambas manos, sobre las rodillas, en las sillas cercanas, y, olvidándose de todo lo demás, no se levantó antes de haber examinado todo cuanto allí había de Sebastián Bach. Solicitó una copia, que tuvo en muy alta estima, y - si no me equivoco mucho - al conocedor de las composiciones de Bach y del Requiem de Mozart (de éste en particular), especialmente de la gran fuga del Christie Eleison, no se le escapará el estudio, la valoración y la absoluta comprensión del espíritu del aquel viejo contrapuntista en el espíritu de Mozart, tan receptivo a todo".
En la narración de Rochlitz, conmueve pensar en esa imagen de Mozart sentado, leyendo con atención, con ambas manos sobre las rodillas, las voces del motete. Quienes conocen de lenguaje gestual, se darán cuenta que la posición de Mozart nos indica devoción, interés, respeto. También emociona la exclamación de Mozart tras oír el canto: Al fin algo de lo que se puede aprender. Frase espesada por alguien que en 1789 ya había logrado hacer todo lo posible en música. Un compositor, que en las palabras emocionadas de Haydn en una carta a Leopoldo Mozart, decía: "no conozco a mayor compositor que vuestro hijo". Y es ese Mozart enorme, el que admira al maestro.
En 1789, año de la revolución francesa, Mozart viaja a Leipzig a conocer la vida musical de la ciudad que fuera el hogar final de nuestro Bach. Como se narra en la edición del 21 de noviembre de 1798 de la Allegemeine Musikalische Zeitung, Mozart tocó durante una hora el órgano de la Iglesia de Santo Tomás, el mismo que día tras día Bach tocaba. Transcribimos la memoria de esta visita debida a Rochlitz:
Qué bueno, no conocía esa anécdota.
Lo que puedo asegurarte es que Mozart fue un hombre muy serio, no un payaso como lo pintan en ocasiones.
En una ocasión Mozart dijo de Bach: «Solamente hay uno de quien los demás podríamos sacar algo nuevo: Johann Sebastian Bach».
Algo he estudiado pero poco, ahora estoy tomándomelo más en serio ya que yo lo que digo es verdad, no hay nada en el mundo que me importe más que la música. Que suerte, que regalo y que bonito es llegar a eso. Me sirves de referencia, esperanza y ánimo para seguir formándome musicalmente.
