Hilo sobre Bach
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Bach y los arenques.
Recorrió a pie repetidas veces las muchas millas que hay hasta Hamburgo, para escuchar al señor Reinken, ante quien, el año antes de nuestra boda, cuando yo le vi por primera vez, tocó el órgano con mucho éxito. Ya se supondrá que en aquellos años no disponía de mucho dinero, y le sucedió que, en uno de esos viajes, se encontró, hambriento y con los pies llagados, sentado en un banco bajo la ventana de una posada, sin un céntimo, incapaz de poder pagar ni el menor bocado. Cuando estaba meditando sobre lo que haría para no tener que recorrer las millas que le faltaban con el estómago vacío, se abrió la ventana y cayeron a sus pies dos cabezas de arenque. Sebastián recogió aquel manjar poco apetitoso, pensando que, al fin y al cabo, dos cabezas de arenque son mejor alimento que no comer nada, y, con gran sorpresa y alegría, encontró en una de las cabezas un ducado danés. Esta historia me pareció siempre una de esas narraciones para conmover a los niños en Nochebuena. Tal vez por agradecimiento conservó Sebastián durante toda su vida cierta predilección por los arenques, especialmente preparados con vino blanco, especias y granos de pimienta. Sobre todo durante el verano, había muy pocos manjares que prefiriese a ése. Con el dinero de la cabeza del arenque no sólo pudo hacer una buena comida, sino que, y esto era para él mucho más importante, pudo repetir el viaje a Hamburgo y volver a oír al gran organista. En otra ocasión, bastante más tarde —mayo de 1716—, el órgano le proporcionó otra comida, de la que se acordaba siempre con satisfacción. Había ido a Halle con los señores Kuhnau y Rolle para probar un órgano nuevo, de treinta y seis registros. Después que el órgano fue probado y aceptado, el Ayuntamiento de Halle invitó a los tres músicos a una copiosa comida. Por lo menos a Sebastián, acostumbrado a la sencillez, le pareció extraordinariamente copiosa, y más tarde repetía con frecuencia que era la mejor comida que había hecho en su vida. Les dieron de comer solo, carne de vaca, jamón ahumado, guisantes, patatas, espinacas con salchichas, ensalada de espárragos, ensalada de lechuga, ternera asada, rabanitos, pasteles y confitura de cáscara de limón y de cerezas.
Sebastián no tenía más que dieciocho años cuando obtuvo la primera plaza de organista. En Weimar había sido nombrado ya músico de la corte, y desde esa ciudad hizo su primera visita a Arnstadt para ensayar un órgano hermoso, recién instalado en la Iglesia Nueva. En aquella ocasión le oyeron tocar algunos músicos eminentes, que, a pesar de su juventud, reconocieron en seguida sus cualidades excepcionales. El organista que ocupaba la plaza en Arnstadt era un músico bastante mediocre y lo trasladaron a un puesto de menor importancia, para darle la plaza a Sebastián.
El órgano que tuvo a su disposición era un instrumento muy hermoso, por fuera lleno de tallas y adornado con palmas y hojas doradas. A los lados, unas cabezas de querubines y cupidos soplaban en las doradas trompetas. Tenía dos teclados y un pedal de cinco registros.
Durante toda su vida habló Sebastián con extraordinario cariño de ese órgano de Arnstadt, casi como habla una madre de su primer hijo. Fue el primer órgano que, por decirlo así, pudo llamar suyo. Su investidura de organista fue muy solemne. El orador que le presentó habló de su aplicación y de su amor al oficio, y con voz emocionada le recomendó que siguiese viviendo como un honrado siervo de Dios y de sus superiores. Este discurso de presentación produjo una impresión profunda en su espíritu juvenil pero ya íntimamente maduro. Experimentó la sensación, según me contó más tarde, de que el mismo Dios había impreso su sello sobre su vocación musical y que, con ello, le había hecho lo que él había deseado ser siempre: un músico religioso. Amaba el órgano de tal manera, que, muchas veces, con un amigo dispuesto a darle al fuelle, iba a la iglesia a medianoche y tocaba el órgano hasta que la aurora enrojecía las ventanas que daban a oriente.
Sarabande from Bach's Lute Suite BWV 995
Recorrió a pie repetidas veces las muchas millas que hay hasta Hamburgo, para escuchar al señor Reinken, ante quien, el año antes de nuestra boda, cuando yo le vi por primera vez, tocó el órgano con mucho éxito. Ya se supondrá que en aquellos años no disponía de mucho dinero, y le sucedió que, en uno de esos viajes, se encontró, hambriento y con los pies llagados, sentado en un banco bajo la ventana de una posada, sin un céntimo, incapaz de poder pagar ni el menor bocado. Cuando estaba meditando sobre lo que haría para no tener que recorrer las millas que le faltaban con el estómago vacío, se abrió la ventana y cayeron a sus pies dos cabezas de arenque. Sebastián recogió aquel manjar poco apetitoso, pensando que, al fin y al cabo, dos cabezas de arenque son mejor alimento que no comer nada, y, con gran sorpresa y alegría, encontró en una de las cabezas un ducado danés. Esta historia me pareció siempre una de esas narraciones para conmover a los niños en Nochebuena. Tal vez por agradecimiento conservó Sebastián durante toda su vida cierta predilección por los arenques, especialmente preparados con vino blanco, especias y granos de pimienta. Sobre todo durante el verano, había muy pocos manjares que prefiriese a ése. Con el dinero de la cabeza del arenque no sólo pudo hacer una buena comida, sino que, y esto era para él mucho más importante, pudo repetir el viaje a Hamburgo y volver a oír al gran organista. En otra ocasión, bastante más tarde —mayo de 1716—, el órgano le proporcionó otra comida, de la que se acordaba siempre con satisfacción. Había ido a Halle con los señores Kuhnau y Rolle para probar un órgano nuevo, de treinta y seis registros. Después que el órgano fue probado y aceptado, el Ayuntamiento de Halle invitó a los tres músicos a una copiosa comida. Por lo menos a Sebastián, acostumbrado a la sencillez, le pareció extraordinariamente copiosa, y más tarde repetía con frecuencia que era la mejor comida que había hecho en su vida. Les dieron de comer solo, carne de vaca, jamón ahumado, guisantes, patatas, espinacas con salchichas, ensalada de espárragos, ensalada de lechuga, ternera asada, rabanitos, pasteles y confitura de cáscara de limón y de cerezas.
Sebastián no tenía más que dieciocho años cuando obtuvo la primera plaza de organista. En Weimar había sido nombrado ya músico de la corte, y desde esa ciudad hizo su primera visita a Arnstadt para ensayar un órgano hermoso, recién instalado en la Iglesia Nueva. En aquella ocasión le oyeron tocar algunos músicos eminentes, que, a pesar de su juventud, reconocieron en seguida sus cualidades excepcionales. El organista que ocupaba la plaza en Arnstadt era un músico bastante mediocre y lo trasladaron a un puesto de menor importancia, para darle la plaza a Sebastián.
El órgano que tuvo a su disposición era un instrumento muy hermoso, por fuera lleno de tallas y adornado con palmas y hojas doradas. A los lados, unas cabezas de querubines y cupidos soplaban en las doradas trompetas. Tenía dos teclados y un pedal de cinco registros.
Durante toda su vida habló Sebastián con extraordinario cariño de ese órgano de Arnstadt, casi como habla una madre de su primer hijo. Fue el primer órgano que, por decirlo así, pudo llamar suyo. Su investidura de organista fue muy solemne. El orador que le presentó habló de su aplicación y de su amor al oficio, y con voz emocionada le recomendó que siguiese viviendo como un honrado siervo de Dios y de sus superiores. Este discurso de presentación produjo una impresión profunda en su espíritu juvenil pero ya íntimamente maduro. Experimentó la sensación, según me contó más tarde, de que el mismo Dios había impreso su sello sobre su vocación musical y que, con ello, le había hecho lo que él había deseado ser siempre: un músico religioso. Amaba el órgano de tal manera, que, muchas veces, con un amigo dispuesto a darle al fuelle, iba a la iglesia a medianoche y tocaba el órgano hasta que la aurora enrojecía las ventanas que daban a oriente.
Sarabande from Bach's Lute Suite BWV 995
He leído en una web, que no me acuerdo cual, en la que intentaban bruñir las diferencias y parecidos entre Ludwig van Beethoven y Sebastian Bach. Reflexionando creo que buscar la diferencia o el parecido entre Beethoven y BACH es muy difícil, ya que entre ellos hay un abismo.
Recuerdo haber leído que Ludwig organizó una colecta entre los mejores músicos, arreglistas e impresores de la época, para aliviar los gastos de la hija mayor del Maestro. "Regina Susanna" era su nombre y, que anciana ya, vivía en la miseria. No recuerdo en qué ciudad del Sacro Imperio Germano vivió esta mujer. Lo digo así por ser riguroso a la historia ya que en ese momento no existía Alemania como estado. Beethoven amaba a Bach y fue de los pocos que valoraron y estudiaron antes del BOOM del maestro. Para eso tuvieron que pasar 100 años después de su muerte en 1750. Regina Susanna murió a principios del siglo XIX y sinceramente, me fastidia que sepamos de ningún tatara-tatara-nieto del compositor.
No se sabe a ciencia cierta dónde están los restos del compositor, hay quien dice que hicieron un aparcamiento sobre el antiguo cementerio de Leipzig. Pero esta es otra historia que contaré en otro momento.
Recuerdo haber leído que Ludwig organizó una colecta entre los mejores músicos, arreglistas e impresores de la época, para aliviar los gastos de la hija mayor del Maestro. "Regina Susanna" era su nombre y, que anciana ya, vivía en la miseria. No recuerdo en qué ciudad del Sacro Imperio Germano vivió esta mujer. Lo digo así por ser riguroso a la historia ya que en ese momento no existía Alemania como estado. Beethoven amaba a Bach y fue de los pocos que valoraron y estudiaron antes del BOOM del maestro. Para eso tuvieron que pasar 100 años después de su muerte en 1750. Regina Susanna murió a principios del siglo XIX y sinceramente, me fastidia que sepamos de ningún tatara-tatara-nieto del compositor.
No se sabe a ciencia cierta dónde están los restos del compositor, hay quien dice que hicieron un aparcamiento sobre el antiguo cementerio de Leipzig. Pero esta es otra historia que contaré en otro momento.
El 19 de octubre de 1894, durante las obras de demolición de la Iglesia de San Juan de Leipzig, se realizaron unas excavaciones para encontrar la tumba de Bach. Se sabía que sus restos habían sido sepultados junto al muro sur de esa iglesia, dentro de un ataúd de roble, el 31 de julio de 1750. Pero no se marcó el lugar y, con el tiempo, se perdió su ubicación exacta. Después de tres días de trabajo en condiciones climáticas adversas, los operarios localizaron tres ataúdes de esa madera, todavía poco frecuente en Leipzig. Uno era de una mujer, en otro se encontró a un varón de mediana edad con el cráneo destrozado y, en el tercero, estaba el esqueleto completo de un hombre mayor. El estudio anatómico determinó que este último podría ser el compositor de Eisenach. Pero la incesante lluvia dificultó mucho su extracción, y, al parecer, se perdieron no pocos huesos.
Sé que en la monografía de Reinhard Ludewig, Johann Sebastian Bach im Spiegel der Medizin (Edition Waechterpappel, 2000) hay bastantes detalles sobre este tema, pero está en Alemán y es carísima.
El estudio del esqueleto de Bach se encargó a Wilhelm His. Este anatomista suizo, que era profesor de anatomía y fisiología en la universidad de Leipzig, lo montó en un tablero y lo fotografió. En 1895 publicó sus conclusiones encaminadas a demostrar la autenticidad de esos huesos y a determinar, además, la fisonomía del rostro de Bach. Era el primer intento de una reconstrucción facial. Para ello, el anatomista combinó el cráneo de Bach con varias mediciones sobre tejidos blandos de cadáveres. También contrató al escultor Carl Ludwig Seffner que realizó un molde en arcilla y bronce del cráneo de Bach. Seffner esculpió un busto de mármol a partir de los estudios de His y los rasgos del famoso retrato pintado por Elias Gottlob Haussmann, en 1746, el único para el que Bach posó. Ese busto se encuentra en el Museo Bach de Leipzig, aunque mucho más conocida es la estatua de bronce que realizó, en 1908, y se ubica frente a la Iglesia de Santo Tomás.
Johann Sebastian Bach sufrió durante el último año de su vida un defecto visual progresivo a pesar de dos operaciones realizadas por un famoso pero bastante controvertido cirujano ocular inglés de la época. El diagnóstico exacto de sus problemas oculares no está claro, pero las cataratas y el glaucoma complicado parecen los más plausibles. Una complicación séptica posterior a la cirugía ocular pudo haber debilitado la salud de Bach causándole la muerte solo tres meses después de la última intervención. En otro momento hablaremos de aquel carnicero que dejó ciegos a Bach y a Händel.
Pero volvamos a los huesos de Bach, que regresaron a la tierra, en 1904, aunque esta vez frente al altar de la nueva iglesia de San Juan. No duraron mucho allí. Los graves daños que sufrió ese centro eclesiástico durante la Segunda Guerra Mundial obligaron a su demolición, en 1949. Y los restos de Bach se trasladaron a su actual ubicación, dentro de la Iglesia de Santo Tomás. Durante ese traslado, el cirujano maxilofacial Wolfgang Rosenthal volvió a examinar el esqueleto de Bach y describió un detalle que confirmó, todavía más, su autenticidad. Al parecer, descubrió en los pies espolones calcáneos, la deformación habitual en el tacón de los organistas, conocida en Alemania como “Organistenkrankheit”, aunque no realizó nuevas fotografías y sus conclusiones aparecieron muchos años más tarde, en 1962, dentro de la revista de la Academia alemana de las ciencias naturales Leopoldina.
Fuentes:
https://scherzo.es/blog/la-mano-izquierda-de-bach/
http://presencias.net/histor/ht2020.html
Sé que en la monografía de Reinhard Ludewig, Johann Sebastian Bach im Spiegel der Medizin (Edition Waechterpappel, 2000) hay bastantes detalles sobre este tema, pero está en Alemán y es carísima.
El estudio del esqueleto de Bach se encargó a Wilhelm His. Este anatomista suizo, que era profesor de anatomía y fisiología en la universidad de Leipzig, lo montó en un tablero y lo fotografió. En 1895 publicó sus conclusiones encaminadas a demostrar la autenticidad de esos huesos y a determinar, además, la fisonomía del rostro de Bach. Era el primer intento de una reconstrucción facial. Para ello, el anatomista combinó el cráneo de Bach con varias mediciones sobre tejidos blandos de cadáveres. También contrató al escultor Carl Ludwig Seffner que realizó un molde en arcilla y bronce del cráneo de Bach. Seffner esculpió un busto de mármol a partir de los estudios de His y los rasgos del famoso retrato pintado por Elias Gottlob Haussmann, en 1746, el único para el que Bach posó. Ese busto se encuentra en el Museo Bach de Leipzig, aunque mucho más conocida es la estatua de bronce que realizó, en 1908, y se ubica frente a la Iglesia de Santo Tomás.
Johann Sebastian Bach sufrió durante el último año de su vida un defecto visual progresivo a pesar de dos operaciones realizadas por un famoso pero bastante controvertido cirujano ocular inglés de la época. El diagnóstico exacto de sus problemas oculares no está claro, pero las cataratas y el glaucoma complicado parecen los más plausibles. Una complicación séptica posterior a la cirugía ocular pudo haber debilitado la salud de Bach causándole la muerte solo tres meses después de la última intervención. En otro momento hablaremos de aquel carnicero que dejó ciegos a Bach y a Händel.
Pero volvamos a los huesos de Bach, que regresaron a la tierra, en 1904, aunque esta vez frente al altar de la nueva iglesia de San Juan. No duraron mucho allí. Los graves daños que sufrió ese centro eclesiástico durante la Segunda Guerra Mundial obligaron a su demolición, en 1949. Y los restos de Bach se trasladaron a su actual ubicación, dentro de la Iglesia de Santo Tomás. Durante ese traslado, el cirujano maxilofacial Wolfgang Rosenthal volvió a examinar el esqueleto de Bach y describió un detalle que confirmó, todavía más, su autenticidad. Al parecer, descubrió en los pies espolones calcáneos, la deformación habitual en el tacón de los organistas, conocida en Alemania como “Organistenkrankheit”, aunque no realizó nuevas fotografías y sus conclusiones aparecieron muchos años más tarde, en 1962, dentro de la revista de la Academia alemana de las ciencias naturales Leopoldina.
Fuentes:
https://scherzo.es/blog/la-mano-izquierda-de-bach/
http://presencias.net/histor/ht2020.html
En el comentario anterior he dicho que "el famoso retrato pintado por Elias Gottlob Haussmann, en 1746, el único para el que Bach posó" y no es cierto. Al menos eso creo.
En 2014 los diarios publicaban que se había hallado un retrato de Bach que se creía perdido. Hasta entonces sólo conocíamos a Johann Sebastian Bach por el óleo que el pintor Elias Gottlob Haussmann realizó al compositor de las Variaciones Goldberg en 1746. Se trataba de una pintura al pastel que data de 1730 cuando Bach tenía 45 años y que fue subastada y comprada por el Museo Bach, de Eisenach, por 50 mil euros.
Según Jörg Hansen, director del Museo Johann Sebastian Bach , la existencia del pastel se conocía desde hace mucho a través de dos cartas del hijo de Bach, Carl Philipp Emanuel, quien escribió estar en posesión del cuadro que ha sido adquirido de un coleccionista privado. Según Hansen, el cuadro fue descubierto entre 1927 y 1928 como parte de la colección de Manfred Gorke de Eisenach quien recibió el pastel como herencia de su bisabuelo. Luego de la disolución de la colección de Gorke, se sabe que el retrato de Bach fue a parar a un particular de Berlín, perdiéndose luego hasta hoy su paradero. El retrato recuperado de Bach vuelve así a su natal Eisenbach, en el Estado federado de Turingia, la ciudad en la que Martín Lutero tradujo el Nuevo testamento.
En 2014 los diarios publicaban que se había hallado un retrato de Bach que se creía perdido. Hasta entonces sólo conocíamos a Johann Sebastian Bach por el óleo que el pintor Elias Gottlob Haussmann realizó al compositor de las Variaciones Goldberg en 1746. Se trataba de una pintura al pastel que data de 1730 cuando Bach tenía 45 años y que fue subastada y comprada por el Museo Bach, de Eisenach, por 50 mil euros.
Según Jörg Hansen, director del Museo Johann Sebastian Bach , la existencia del pastel se conocía desde hace mucho a través de dos cartas del hijo de Bach, Carl Philipp Emanuel, quien escribió estar en posesión del cuadro que ha sido adquirido de un coleccionista privado. Según Hansen, el cuadro fue descubierto entre 1927 y 1928 como parte de la colección de Manfred Gorke de Eisenach quien recibió el pastel como herencia de su bisabuelo. Luego de la disolución de la colección de Gorke, se sabe que el retrato de Bach fue a parar a un particular de Berlín, perdiéndose luego hasta hoy su paradero. El retrato recuperado de Bach vuelve así a su natal Eisenbach, en el Estado federado de Turingia, la ciudad en la que Martín Lutero tradujo el Nuevo testamento.
¿Es Bach el mejor compositor de la historia?
Veréis, me he encontrado con este artículo que me ha impresionado mucho. Lo dejo para el que quiera leerlo, es muy interesante:
¿Por qué Johann Sebastian Bach está considerado como el mejor músico de la historia?
Pues por un hecho sumamente objetivo, se han realizado miles de entrevistas a los más grandes compositores, virtuosos y directores de orquesta, y a la pregunta de cuál considera usted que es el mejor músico de la historia, siempre dan unos cuantos nombres.
Los nombres varían mucho según las preferencias, pero hay una característica en esa enumeración de tres, cinco o diez nombres: Bach siempre aparece en la lista.
Este músico no suele gustar a los que comienzan a escuchar música.
Se precisan muchos años para comprender por qué Bach es el más profundo, el que ha realizado una música más sustancial. Bach no es un compositor popular, es el músico preferido de los grandes músicos. Entre los melómanos normales Mozart o Beethoven son más votados. Pero entre los que dedican su entera vida a la música, Bach no tiene rival.
¿Por qué? Pues porque su música es esencial, no se pierde en ornatos inútiles, es una música pletórica de espíritu. Sus armonías siempre quieren decir algo, no son meros halagos al oido.
Mozart compone una música cortesana, Beethoven orquesta muy bien, pero la música de Bach está transida de una luz esencial. ¿Por qué?
El porqué quizá sólo Dios lo sepa, pero quisiera decir unas cuantas cosas que quizá marcan la diferencia. Bach siempre compuso cada una de sus partituras a la mayor gloria de Dios. Hasta su música instrumental que carece de cualquier letra religiosa, la consideró una forma de alabar a Dios. Era un hombre profundísimamente religioso (luterano). Alabar al Creador con su música era lo que daba sentido a su trabajo. Eso siempre lo dejó muy claro en la intimidad a su familia, a sus hijos. Y parece que Dios le recompensó.
No siguió modas, hizo su música, la que consideró mejor para glorificar al Altísimo. Despojó su composición de toda retórica, se esforzó por representar la palabra y sugerir la idea, su música fue rigurosa. No fue con la moda, era perfectamente consciente de que la música que estaba componiendo ya estaba pasada de moda. Nuevos estilos y tendencías eran las que triunfaban. Esto fue algo que le comentaron mucho, pero permaneció fiel a la obra que debía componer.
Porque compuso de un modo desenfrenado. 180 corales para cuatro voces, 2 oratorios, 2 Pasiones, 6 motetes, una misa en sí menor, 200 cantatas, 145 corales para órgano. Sin contar sus variaciones, sonatas, partitas, conciertos, preludios, suites, etc, etc, etc. La integral de Bach es sencillamente increíble, una vida parece insuficiente para escribirla.
Bach no conoció la fama en vida. Era famoso como organista, como intérprete. Pero como ya he dicho su música estaba pasada de moda. Como compositor no fue famoso ni en vida, ni después de morir. Cuarenta años después seguía siendo un perfecto desconocido. Tuvo que trascurrir medio siglo, en el que se podrían haber perdido todas sus partituras, para que por pura casualidad Mendelson lo escuchara.
Desde entonces se impuso la sagrada tarea de que el mundo conociera la música de aquel hombre religioso que trabajó para una iglesia de Leipzig y dando clases.
Hoy en día este auténtico creyente sigue predicándonos sus sermones escritos con armonías celestiales. La cantidad de oyentes que se han acercado a Dios oyendo su música es impresionante.
Baste decir que hace poco leí un artículo que explicaba como Juan Sebastián está resultando uno de los grandes apóstoles de Japón. Los japoneses se sienten apasionadamente atraídos por su música. Pero para comprender su música los oyentes se ven gustosamente impelidos a tratar de conocer de aquello de lo qué les está hablando. ¿Qué es la Pasión? ¿Quién es Cristo? ¿Qué es la Redención?, tres preguntas entre cientos que surgen a cualquiera que penetre en sus maravillosos acordes. "Dios premia a sus servidores. Otros trabajaron para reyes o nobles". El fue fiel al que le encargó su obra. Y para El compuso la mejor y más profunda música de la historia.
Fuente:
PUBLICADO POR MusicaAntigua el MARTES, 15 MARZO, 2022
http://www.musicaantigua.com/es-bach-el-mejor-musico-de-la-historia/
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Veréis, me he encontrado con este artículo que me ha impresionado mucho. Lo dejo para el que quiera leerlo, es muy interesante:
¿Por qué Johann Sebastian Bach está considerado como el mejor músico de la historia?
Pues por un hecho sumamente objetivo, se han realizado miles de entrevistas a los más grandes compositores, virtuosos y directores de orquesta, y a la pregunta de cuál considera usted que es el mejor músico de la historia, siempre dan unos cuantos nombres.
Los nombres varían mucho según las preferencias, pero hay una característica en esa enumeración de tres, cinco o diez nombres: Bach siempre aparece en la lista.
Este músico no suele gustar a los que comienzan a escuchar música.
Se precisan muchos años para comprender por qué Bach es el más profundo, el que ha realizado una música más sustancial. Bach no es un compositor popular, es el músico preferido de los grandes músicos. Entre los melómanos normales Mozart o Beethoven son más votados. Pero entre los que dedican su entera vida a la música, Bach no tiene rival.
¿Por qué? Pues porque su música es esencial, no se pierde en ornatos inútiles, es una música pletórica de espíritu. Sus armonías siempre quieren decir algo, no son meros halagos al oido.
Mozart compone una música cortesana, Beethoven orquesta muy bien, pero la música de Bach está transida de una luz esencial. ¿Por qué?
El porqué quizá sólo Dios lo sepa, pero quisiera decir unas cuantas cosas que quizá marcan la diferencia. Bach siempre compuso cada una de sus partituras a la mayor gloria de Dios. Hasta su música instrumental que carece de cualquier letra religiosa, la consideró una forma de alabar a Dios. Era un hombre profundísimamente religioso (luterano). Alabar al Creador con su música era lo que daba sentido a su trabajo. Eso siempre lo dejó muy claro en la intimidad a su familia, a sus hijos. Y parece que Dios le recompensó.
No siguió modas, hizo su música, la que consideró mejor para glorificar al Altísimo. Despojó su composición de toda retórica, se esforzó por representar la palabra y sugerir la idea, su música fue rigurosa. No fue con la moda, era perfectamente consciente de que la música que estaba componiendo ya estaba pasada de moda. Nuevos estilos y tendencías eran las que triunfaban. Esto fue algo que le comentaron mucho, pero permaneció fiel a la obra que debía componer.
Porque compuso de un modo desenfrenado. 180 corales para cuatro voces, 2 oratorios, 2 Pasiones, 6 motetes, una misa en sí menor, 200 cantatas, 145 corales para órgano. Sin contar sus variaciones, sonatas, partitas, conciertos, preludios, suites, etc, etc, etc. La integral de Bach es sencillamente increíble, una vida parece insuficiente para escribirla.
Bach no conoció la fama en vida. Era famoso como organista, como intérprete. Pero como ya he dicho su música estaba pasada de moda. Como compositor no fue famoso ni en vida, ni después de morir. Cuarenta años después seguía siendo un perfecto desconocido. Tuvo que trascurrir medio siglo, en el que se podrían haber perdido todas sus partituras, para que por pura casualidad Mendelson lo escuchara.
Desde entonces se impuso la sagrada tarea de que el mundo conociera la música de aquel hombre religioso que trabajó para una iglesia de Leipzig y dando clases.
Hoy en día este auténtico creyente sigue predicándonos sus sermones escritos con armonías celestiales. La cantidad de oyentes que se han acercado a Dios oyendo su música es impresionante.
Baste decir que hace poco leí un artículo que explicaba como Juan Sebastián está resultando uno de los grandes apóstoles de Japón. Los japoneses se sienten apasionadamente atraídos por su música. Pero para comprender su música los oyentes se ven gustosamente impelidos a tratar de conocer de aquello de lo qué les está hablando. ¿Qué es la Pasión? ¿Quién es Cristo? ¿Qué es la Redención?, tres preguntas entre cientos que surgen a cualquiera que penetre en sus maravillosos acordes. "Dios premia a sus servidores. Otros trabajaron para reyes o nobles". El fue fiel al que le encargó su obra. Y para El compuso la mejor y más profunda música de la historia.
Fuente:
PUBLICADO POR MusicaAntigua el MARTES, 15 MARZO, 2022
http://www.musicaantigua.com/es-bach-el-mejor-musico-de-la-historia/
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Gracias compañeros por este hilo y por toda la información interesantísima que estáis poniendo, me encanta. Bach es uno de mis compositores favoritos, y una gran fuente de inspiración en mi música. Me encanta conocer muchas cosas nuevas sobre este genio.
En este video que os pongo abajo suena la Fantasía para órgano nº 1 (las imágenes son dibujos de mi padre), una obra que compuse y grabe hace más de 20 años ya (en mi propio estilo pero con algo de inspiración barroca). Sirva como un pequeño y humilde homenaje al maestro de maestros. Bach es y ha sido y será una fuente inacabable de inspiración para decenas de generaciones de músicos. Es uno de los pilares de la música universal.
En este video que os pongo abajo suena la Fantasía para órgano nº 1 (las imágenes son dibujos de mi padre), una obra que compuse y grabe hace más de 20 años ya (en mi propio estilo pero con algo de inspiración barroca). Sirva como un pequeño y humilde homenaje al maestro de maestros. Bach es y ha sido y será una fuente inacabable de inspiración para decenas de generaciones de músicos. Es uno de los pilares de la música universal.
Sammy escribió:(las imágenes son dibujos de mi padre), una obra que compuse y grabe hace más de 20 años ya (en mi propio estilo pero con algo de inspiración barroca). Sirva como un pequeño y humilde homenaje al maestro de maestros.
Tanto tú como tu padre sois unos creadores extraordinarios. Sus dibujos son fantásticos y tu música es mágica, soberbia y grande sin más. Vuelve a componer joyas como ésta, que muy pocos son capaces de componer con tanta hermosura y calidad.
Un saludo, Kiko.
Dice Ana Magdalena Bach en la crónica sobre su esposo lo siguiente:
Al llegar aquí quiero hacer la observación de que tenia unas manos verdaderamente notables. Eran grandes, muy anchas y de un alcance extraordinario en el teclado del clavicordio. Podía sujetar una tecla con el pulgar y otra con el meñique y, al mismo tiempo, tocar cualquier cosa con los dedos restantes, como si tuviese la mano completamente libre. Con la mayor naturalidad podía ejecutar trinos con cualquiera de los dedos de ambas manos y, simultáneamente, tocar los mas complicados contrapuntos.
Al llegar aquí quiero hacer la observación de que tenia unas manos verdaderamente notables. Eran grandes, muy anchas y de un alcance extraordinario en el teclado del clavicordio. Podía sujetar una tecla con el pulgar y otra con el meñique y, al mismo tiempo, tocar cualquier cosa con los dedos restantes, como si tuviese la mano completamente libre. Con la mayor naturalidad podía ejecutar trinos con cualquiera de los dedos de ambas manos y, simultáneamente, tocar los mas complicados contrapuntos.
En este hilo hay información sobre sus tocatas y una referencia a un estudio muy interesante sobre las mismas: https://www.hispasonic.com/foros/7-tocatas-para-teclado-jsbach-bwv-910-916/477177#post4049003
Se ha hablado aquí de las Goldberg, recomiendo escuchar la interpretación de Perahia. Para mí, está a la altura de las de Gould.
Se ha hablado aquí de las Goldberg, recomiendo escuchar la interpretación de Perahia. Para mí, está a la altura de las de Gould.
supertorpe escribió:Se ha hablado aquí de las Goldberg, recomiendo escuchar la interpretación de Perahia. Para mí, está a la altura de las de Gould.
Lo he traducido para que todos tengamos acceso. Y ahora voy a escuchar las variaciones interpretadas por Perahia, no las conozco. Gran aportación supertorpe, muchas gracias.
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por Rodrigo el 18/11/202365828755
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