Romansky escribió:
Sus palabras al afirmar que justificar la piratería puede conllevar justificar cualquier cosa son totalmente ridículas.
Para nada, es la conclusión lógica de "éticas hay muchas" y la mención al opus. A lo mejor no te has explicado bien, y lo que quieres decir es que grados de transgresión hay muchos. Obviamente no es lo mismo descargarte una canción sin pagar que embestir a una multitud con un camión, para eso los códigos legales contemplan figuras como infracciones, faltas, delitos, atenuantes, agravantes...
Al igual que no es lo mismo piratear para probar antes de comprar, que piratear para usar un programa por hobby o que piratear para realizar un trabajo remunerado. Ya ha explicado bien 8noise que hay grados.
D4v escribió:
¿nunca os han dado una pieza de fruta "GRATIS" en una frutería para ver la calidad de la misma?
Me temo que lo de gratis está bien entrecomillado, porque es un coste de marketing que luego se repercute en el precio de lo que compras. Lo de probar antes de comprar está muy bien, pero de nuevo es una decisión del productor, no del consumidor. ¿Le cogerías al frutero una pieza gratis sin su permiso?
Para los periodos de prueba las empresas tienen demos, limitadas en funcionalidad o en el tiempo. Si uno necesita probar más a fondo, lo ético es dirigirse a la empresa y negociar otras condiciones, a lo mejor uno se sorprende. En cualquier caso, si finalmente se recurre a la piratería posiblemente éste sea el caso menos rechazable.
teniente_powell escribió:
Se me antoja que es ponerle puertas al campo.
Salvando las tremendas distancias de gravedad, se pueden establecer analogías con el terrorismo, o con el robo con violencia. No es fácil evitar que un desquiciado se líe a navajazos en un centro comercial, y en aras a la seguridad cada vez se están poniendo más puertas, incómodas y siniestras por su potencial mal uso, al campo.
Respecto al ámbito digital, cada vez hay menos campo y mejores puertas y más baratas. La gente se está acostumbrando a vender su intimidad por una bolsa de pipas. En España las grandes corporaciones de la industria del software y el entretenimiento mueven cantidades relativamente pequeñas, pero en otros países su facturación se acerca al PIB de un país humilde. Disney, por poner el ejemplo más claro, tiene tamaño suficiente como para comprarse una operadora telefónica (o varias) y no distribuir más que a través de ellas. Ya veremos lo que nos depara el futuro, pero no me extrañaría que las cosas fueran por el lado de la aplicación forzosa de las leyes, más que por los nuevos modelos.