Esto es solo un reflexión mia. A veces no os da esta sensación? "Solo me siento libre cuando creo música para mi mismo" " Es la única manera de llegar a nuestros propios rincones cerebrales?" " A mi me gusta mucho, gustará?" Y mas preguntas que nos hacemos al crear.El saber que nuestras creaciones tienen que llegar a esos rincones pero de otros cerebros a veces es complicado y tratamos de no salgan del recinto que ya esta creado para ello y que es lo "normal" ...lo establecido...lo que vende. Es una limitación natural pero que hace que la creatividad este encerrada junto con creaciones que nunca saldrán de su jaula. No habría que poner barrotes a la música. Dejad que vuele, seguramente habría mejores creaciones, incluso estilos desconocidos. Eso es lo que pasa con los grandes músicos de la historia, no siguieron patrones establecidos y todavía perduran. Hay buenos músicos pero pocos para los que somos en este mundo. Cuesta romper moldes y salirse del camino que ya esta hecho, pero los que lo han logrado pasan a la historia de la música que no es poco.
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Nadie te impide que hagas la música como tu quieras, ahora, como profesión a veces hay que hacer concesiones, son muchos los músicos incluso consagrados que tenían esas dos facetas, la música que tenían que hacer y la que hacían para ellos mismos, como ellos querían, suelen ser tan diferentes que no parecen hechas por la misma persona.
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Pero eso igual que en el cine, literatura, pintura, etc. Si quieres que te entiendan tienes que usar un lenguaje que sea entendible al menos en parte. Y en la musica puedes ganar dinerillo como musico de sesion y luego tener tu proyecto personal de jazz-metal dodecafonico en ratos libres.
Me gusta esa reflexión. Para mí es relativamente sencillo componer música para otros, ya sea metraje o anuncio o simplemente para alguien que quiere añadir arreglillos a su canción. Aunque es algo ajeno, a veces añades elementos del gusto propio de uno mismo ( creo que es inevitable en cierta medida ) y cuando les gusta , uno se siente bien.
Lo que comentas, si es como yo lo entiendo, es algo vital para todo músico, el fin de tocar en público o publicar una serie de canciones es llegar a otras personas, ver lo que les hace sentir y siempre está el "comecocos" mental de saber si lo que a ti te ha hecho experimentar mientras hacías esa pieza o canción les va a hacer sentir lo mismo. También está esa visicitud que se da cuando tú has hecho algo que consideras absolutamente genial, una canción sublime , no tiene por qué ser complicada, simplemente esa combinación de melodía principal con armonía.. Y que la otra persona que la escucha no le transmita lo mismo. O incluso nada, ya sea porque no sea su "estilo". Muchas veces me he preguntado eso: "¿ por qué no es capaz de ver lo genial que es y en cambio esa otra canción - ajena - que es de la misma clase y que yo consodero que no es tan buena ( aunque no se lo diga a nadie ) le encanta? " .
Supongo que forma parte de la enrevesada mente del músico - y de su ego -.
Saludos.
Interesante post. Yo lo veo como una necesidad a medio camino entre compartir tus emociones con los demás (una forma más de socializarse) y por otro lado el deseo de reafirmación de las propias capacidades, el ego habitual que cualquier ser humano posee y administra en su día a día.
Me recuerda a la sensación de haber visto una película que te ha encantado, y desear volver a verla con tus amigos para averiguar si experimentan los mismo que tu experimentaste y disfrutar del proceso, empatizar en cierta medida con sus emociones. Pero por otro lado esta la cara más individualista de la moneda: la ambición de confirmar expectativas sobre habilidades o capacidades. Ambas partes me parecen saludables, aunque la que trata del ego más bién limitándola un poquitín.
Salut!
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El caso es que normalmente es más fácil hacer música para uno mismo, y es absolutamente comprensible si entendemos la música como algo básicamente emocional, aparte de la parcela fisico-matemática que indudablemente tiene como base.
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Yo diría que la única música que he sentido como auténtica que he hecho ha sido la propia. Habiendo trabajado en el negocio, siempre he pensado que hay una faceta profesional ya sea de instrumentista, arreglista, etc en la que fundamentalmente se pone oficio y lo otro donde se pone el alma. Creo que esto es bastante común en quienes visitan los dos hemisferios de este mundo musical.
Yo hace mucho tomé la decisión de hacer lo que me salía del corazón, ahora sí, has de estar preparado para asumir que eso no es siemprre (e incluso la mayor parte de las veces) lo que la gente desea escuchar. Y has de estar preparado para oir ¿pero por qué no haces esto o aquello? como si no fueras consciente de tu propia decisión. Yo pensándolo en frío y trabajando en un género minoritario, la diferencia hubiera sido la aprobación general de unos pocos más o menos, así que opté por ser un poco egoísta y hacer las cosas un poco para mí. Salvo que sea un encargo, el resto es como buenamente lo consigo llegar a hacer para satisfacer la necesidad de crearla.
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Me imagino a ese primer ser que quien sabe si por casualidad o no se le ocurrió golpear algo con sus manos o un palo. Los demás le miraron y para su sorpresa se dieron cuenta que producía un ruido diferente a los que estaban acostumbrados a escuchar. Alguno se le quedó mirando, otros ni caso, pero él siguió con ello porque...le gustaba, le producía cosas en ese cerebro antiguo que hacían que volviera a querer hacerlo una y otra vez. Hasta que sin darse cuenta, con el tiempo estaba dando golpes que ni se imaginaba, hasta buscaba las cosas que mejor le sonaban cuando las daba con un palo. Se preparó su zona musical y un día cuando levantó la mirada mientras tocaba se dio cuenta de que había varios pequeños ,sobre todo, y algún adulto que le miraban con la boca abierta, una pequeña sonrisa y le señalaban como hablando entre ellos. Lo primero que pensó vagamente en su cerebro, o su primer instinto fue o hubiera sido seguramente, "sigo o no sigo"...El siguió incluso improvisando cosas nuevas como...dándoselas de listo para impresionar. Siguió tocando todos los días que no tenía que ir a cazar algún Diplodocus que otro hasta que un dia de "ensayo" y después de algunos años de aprendizaje vio que un día se le agregaban congéneres para tocar y aprender de el. Esto despertó en los demás un interés como mágico cuando oían golpear con mas o menos con un ritmo sus tambores e incluso emitir ruidos vocales provocando un movimiento inevitable de partes de su cuerpo. Estaba empezando lo que sería una de las facetas humanas mas importantes de la vida, hacer música por necesidad, necesidad biológica. Esto claro está es suponiendo que fuera cierto lo de la evolución, pero vete tu a saber...Pensamientos mios, hay lo dejo, Cesar.
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