Don Fabián, estaba secretamente enamorado de la joven Ana. Ella tenía, todo lo que hubiera deseado para sí: juventud, frescura y sobre todo, entrega. Don fabian, se entregaba viciosamente a sus cabilaciones, buscando mayor intensidad a una vida hueca. A su edad, empezaba a pesarle ya el grillete de educada y almidonada compostura. Por su parte, Ana, admiraba a Don Fabián, y lo respetaba mucho, había algo en él que le daba mucha pena, pero era bueno. Sabía que nunca se sentiría feliz ,- qué es la vida sin pasión?- por eso guardó las distancias.
Ana: Hola, quería verle Don Fabián, pues desde nuestra última conversación, he estado investigando en lo que usted me dijo - D. Fabián, abrió sus fosas nasales, inclinando la cabeza hacia atrás, haciendo que ana pareciera más baja de lo que era en realidad.
Fabián: Dime mi querida amiga.
Ana: Estoy aun más confundida, al parecer, su sistema de escritura latina (ya me he enterado de que se dice "alfabeto") no es el único. He conocido a un hombre chino, que dice escribir poesía, pero sus anotaciones, no se parecen a las de usted. "En realidad son más bonitas" - pero esto último se lo calló, para no incomodarle.
Fabián: ¡Esos chinos! viene a quitarnos el trabajo...-interrumpió conteniéndose rápidamente- en realidad usted quiere referirse a las lenguas. Si, si, hay muchas, pero la tuya y la mía, es desde luego el Español. Esto es fácil de entender ¿verdad? - era evidente su falsa mueca de compasión.
Ana: Claro D. Fabián. Pero mi problema es el siguiente. Usted ya ha conocido mi interés poético por la nieve. ¿Recuerda mi verso?:
'Gélida entraña
la del hombre congelado
en su jaula umbría,
de mapas y fracturas decorosas...'
Fabián: Veo que aun no aceptó mis sugerencias sobre el cambio de tema - inisitía en su mueca característica.
Ana: Lo que quiero decir -un poco sonrojada- es que investigando sobre el tema, me di cuenta de que si aprendiera la lengua Inuit, tendría mayor sensibilidad a los tipos de nieve. Pues, según he entendido, los latinos, eran bastante brutos, en cuanto a palabras que no tengan que ver con la guerra, y usan nieve, para referirse a un montón de experiencias distintas: según textura, color, etc. Ójala pudiera expresarme como ellos. Nuestra lengua estan pobre para mis intereses.
Fabián: ¡Puedes!. Usa más adjetivos.No hay nada que yo no pueda decir en español
Ana: Ahí quería llegar. Mi amigo chino, trabaja sobre el tema de la Luna. Y asegura que encuentra, un poco sosas, nuestras lunáticas poesías. El ha crecido con una lengua, para la cual, 'luna' es un símbolo de nuestra realización personal, así la MADRE de todos. En la propia escritura china, la luna se representa como un dibujo lunar. Si pudiera expresarme en chino...
Fabián: Pero no puedes!!!. Deberías aprender a escribir la lengua que ya hablas. Deja a los chinos en la china -Ana ya conocía el talante xenófobo de Fabian, era algo que nunca sabía cómo encajar.
Ana: Tiene usted razón, D. Fabian, mi lengua madre - orgullosa de poder decírlo así-, es el español, y pienso en función de su estructura y forma. Pero la poesía, no es sólo cosa de rimas y pensamiento. Tal y como yo lo entiendo, es pura expresión hablada, ya sea en sus papeles o en mi voz interior. Usted, que es tan racional, debería aprender sanscrito, pues dicen que es la lengua filosófico-analítica por antonomasia. Bueno, eso me ha contado mi amigo chino, que habla varios idiomas.
Don Fabián: esos chinos...-la palabra 'amigo', se le clavó como un dardo en el corazón.