En primer lugar el talento (ese lugar tan propicio para la impostura) no tiene nada que ver con la formación, pero ni en música ni en ninguna otra disciplina. Son dos cosas distintas si bien complementarias. En ningún caso la formación mata la creatividad, frescura y demás adjetivos que he leído mas atrás. Al contrario un persona con talento, si además adquiere formación lo que consigue es enriquecer su propuesta y poder comunicarse con otros profesionales con un lenguaje mas eficaz. Todo lo demás son “excusas de mal pagador”.
La formación no únicamente se adquiere a través de títulos y estudios reglados, aunque seguramente sea la forma mas efectiva, hay muchas opciones de obtenerla y no es la misma en función del ámbito que se quiera uno desenvolver (composición, instrumentista, docencia, etc). Y la formación es muy fácil de demostrar, se sabe o no se sabe al margen de diplomas y condecoraciones varias, cosa que en el talento es bastante mas difícil de discernir.
Evidentemente como formarse cuesta tiempo y esfuerzo, la pereza nos hace despreciarla y refugiarnos, a los vagos, en el maravilloso mundo del talento.
Cada uno es muy libre de tocar como le de gana, pero no nos engañemos cuando alguien desprecia la formación en una disciplina, nos esta vendiendo una milonga. Y lo digo yo, que no tengo ni talento ni formación, pero soy honesto conmigo mismo, y me lo paso igual de bien tocando como el que mas sabe o como el que mejor toca.
Por cierto, no nos engañemos de los temas que los miembros del foro publican (yo no publico pero estoy al mismo o peor nivel que el resto), talento poquito. Algunos hay que se salvan pero pocos. Pero ni de los que saben ni de los que no saben. Eso, sí, eso no quita que no tengamos derecho a hacer música y a pasárnoslo bien.
Saludos