A ver. Alucino, vecino.
He visto cienes y cienes de fotos de equipos, estudios, sets, ... llamadlos como querais.
He visto cosas que vosotros no creeríais. He visto cosas que ustedes nunca hubieran podido imaginar. Interpretar canciones maravillosas con instrumentos de miles de euros apoyados sobre cuatro palos de madera. He visto Moogs enchufados a amplificadores de auriculares.
He visto «estudios caseros» en los que se han invertido miles de euros en instrumentos y ni un céntimo en una mínima mesa de mezclas, ni un euro en monitores «altavoces» que ofrezcan un sonido medianamente decente.
He visto Ferraris equipados con cuatro ruedas de repuesto de distintos coches utilitarios. ¡Absurdo! ¿Verdad?
Haz caso a quien te aconseja que «Necesitas una mesa de mezclas». Yo tengo cuatro de distintos tamaños y prestaciones. Y todavía me parece poco. Mi consejo, personal, bajo mi modestísima opinión, es que te hagas con un mediano mezclador. Si algo sé del mundillo de los sintetizadores es que te vas enganchando poco a poco. Y, finalmente, te harás con un buen equipo. Pero no te servirá de nada si no puedes ofrecer un buen sonido, a la altura de tus aparatos.
No es barato. Pero te saldrá muy, muy mucho màs caro si no inviertes en las prestaciones necesarias a la altura de tus instrumentos.
Todo es un conjunto. Si no dotas a tus instrumentos con un buen equipo de grabación, tu música se perderá como... ¿lágrimas en la lluvia? No, no, se perderá como susurros en el viento. (¡Joer qué peazo de frase!)
¡Suerte!