De todas maneras, el postmodernismo, ha sido un fenómeno muy contestado ya desde hace años en la arquitectuta, su principal campo de ejemplificación, y no digamos en la pintura, donde produjo ejemplos retardatarios, decorativistas, falsamente eruditos; pero de consecuencias frecuentemente chavacanas tan caducas y provisionales como fatuo, artificioso y afectado era el motivo de aquellos arquitectos endiosados o simples niños bien metidos a artistas pasada la Movida. Pero fuera de esto, ¿qué otras muestras han sido conscientemente postmodernas?, al margen de la decoración de interores, ese canal artístico tan vinculado al pensamiento y las vanguaradias, ciertas películas de los 80 como Choose Me, o los pelos de Stevie Nicks en el concierto de las Rocosas, pocos o ningún filósofo de fuste ha abrazado esa corriente inexitente: el postmodernismo queda pendiendo , crisis tras crisis, como un apéndice bastardo para lo que no se sabe qué será, tal falta de ambición intrínseca le relega a moda; pero, sin embargo , sí es cierto que muchos creemos que la era moderna (dejemos la contemporánea como parte de la moderna) o, si escindimos la moderna (como la etapa del humanismo) de la contemporánea (como la etapa de las revoluciones, los populismos, el transporte y las comunicaciones) habrá que llamar a esta última la era sufragista, liberal, parlamentarista o del coche y el crédito, pues empieza a dejar de ser contemporánea para la mayoría y sería tan anacrónico como que Elena Valencianao fuera la presidenta consorte de las juventudes Socialistas, a estas alturas de su vida digo.
Lo cierto es que, además de la relación con la ciencia, con la evidencia, con la fe, huvo y hay (que parece que pasado cierto tiempo se quiere hacer olvidar) una fracaso total de todas las teorías marxistas, incluída su aplicación en la historia, y, subsumido (empleo un término hegeliano a propósito) el paradignmma y el paraiso comunista, abandonada la trichera por el proletariado a cambio de un atasco en un coche alemán pagado a plazos y quedando sólo ejemplos comunistas tan disparatados como Cuba; pero mucho más Korea del Norte, a parte de las reformas y desmaembramiento de la Unión Soviética y los topoi del Muro y toda la hostia, ya no quedan eurocumunistas berlinguerianos, ni Marcusianos corrosivos que no hayan tenido que mezclar la visón tan inovadora del materialismo dialéctico con una colección de farfollas ecologistas, milenaristas y la cuota de epicureismo y hedonismo que tan injustamente se habían privado Ellos mismo, automortificandose, los muy ilusos, cuando eso ya no tenía sentido, esa vía estaba agotada o la praxis demostraba otros caminos: defección de causas pobres, tarición, dejación y pérdida de interés para los electores.
Esto también es el caldo de cultivo de lo nuevo, de lo que está detrás en el tiempo, de lo que sucede a lo moderno; pero que en realidad no va a ser como este postmodernismo que floreció en los 80 y 90.
Que los políticos de derechas (parece que fueran el mismo demonio como si los de la izquierda fueran angelicales)se hayan valido de lo que sea para correr a enterrar la revolución, la utopía y la contestación, salta a la vista, se lo pusieron a huevo.
Ahora, no creo que, calentamiento planetario o cojonil aparte, vayan a cuajar mucho las utopías otra vez, no ya en los exploletarios ávidos de volver a poder comprar Audis, en nadie: el utopismo que se ve en revistas o fanzines como el mostarado antes (que no veo, por cierto) tiene escasa clientela, aunque no sea falso todo lo que se pueda leera en ellos.
No es que me guste esto, la verdad es que lo progre es para mí responsable de inumerables desaguisados; pero el abandono de lo que reprtesentaba el marxismo, auqnue se haya visto negado, auqnue se haya desejemplificado, aunque aquí alhuno se crea lo contrario, me parece un peligro tremendo: ya, con la que está cayendo, nadie se mueve ni en la Universidad.
Creo que el postmodernismo al que vamos, el que hace que Sindes legislen, que se sufragie a tontos, que la política, la partitocracia esté en entredicho a pesar de las píldoritas de los medios de uno y otro signo para que la bienpensancia no haga quebrar el sistema, la que hace que dentro de nuestra casa seamos cada vez más perversos, que fomenta el individuo como alienado y comprador (encima con pseudoconciencia y culurilla wikipédica y de viaje a praga y Budapest), está todavía por manifestar toda su fealdad, lo veo muy orwellinao, sí.
No veo que vaya a haber (ni impuesto, paar eso está la maniqueismo tabaquil) un freno al deseo irrefrenable por hacer lo que nos de la gana en cuanto a descargas, a mí me están poniendo fibra óptica en el barrio, en breve pasaré a unos muy respetables 50 mb, no va a ser la ley, la moral o la política quien nos haga cambiar, si nos dan grifo ancho no es para que hagamos videoconferencia con otros colegas de especialidad a lo largo del mundo; es para que sigamos comprando comunicaciones, esto por encima de todo y después para que haya ancho de banda para que nos vendan lo que sea menester, no me creo que los poderosos se van a quedar de barzos cruzados, no creo que vaya a haber ningún germen contestatario ni nadie vaya a caer en la cuenta de ejemplos de rebeldes como Chomsky o Sontag. Esto, que sí es postnoderno porque contradice a la línea de consecuciones y logros (torpemente interpretada como progreso); pero es abisal: estamos ya cayendo por la pendiente empinada del abismo, agradezco a quien recuerda a Marx, igual que quien recuerde a Spinoza o a Cioran; pero no valen ya los paradigmas que probaron ser insuficientes (ahora no uso términos despectivos, lo hago a conciencia), nos la van a querer meter bien dentro, comprendo que. por lo menos, haya rebelión de quien guarda como un tesoro ciertos principios; pero dudo que ese pensamiento se resucite, se rehabilite: la humanidad va a tener uan cita con la muerte en breve, lo digo desde un punto de vista sinbólico, de pensamiento; claro que el materialismo ha sido el origen de toda la crítica racional (incluso para la ciencia más aplicada) y el origen reciente de la teleología, y de la razón y la moral al margen de Dios (con permiso de los ilustrados o de los empiristas), claro, casi nada el mérito; pero, el campo de batalla de el futuro inmediato lo veo más astracanero, entre chonis en rebajas y trabajadores cualificados y también explotados: muy pocos generando el P.I.B y muy pocos más capaces de interpretar la realidad. Nadie me quita de la cabeza que sobra mucha gente y ya nadie va a hacer nada por ellos, ni los paradigmas ni la agudeza ni la protesta.
Imagenio o similar, al tiempo.