Javiondo escribió:
¿Qué te parece esta otra versión?, pase directo a la nota re bemol en vez de esa amanerada nota re jeje. En esa posición no hubiera habido problema con las quintas paralelas, ¿cierto?, aún así la retrasé.
El problema (o más bien efecto) sigue siendo el mismo, por mucho que trates de disfrazarlo rítmicamente. Si insistes en conducir la tónica a la tónica y la quinta a la quinta el resultado son quintas paralelas, a no ser que uses el viejo truco de invertir el acorde y las conviertas en cuartas paralelas, que es la fórmula típica para llevar un napo a la tónica en música clásica.
Otra opción desde el punto de vista clásico sería conducir este supuesto napo al acorde de tónica mayor subiendo la segunda bemol una segunda aumentada, quedando un acorde de tónica con la tercera duplicada, pero entonces pierdes el típico movimiento cromático descendente del dominante substituto.
Lo cual, junto con la aportación de migui.mateu, me lleva a donde yo quería llegar, que es básicamente que hay que
andar con ojo al combinar la teoría clásica con la del jazz.
migui.mateu escribió:
El Sexta Napoltana (bIIb) viene del adorno superior cromático de la quinta del subdominante menor
Exacto, es una buena forma de verlo.
migui.mateu escribió:
El bII7 {Db7} (que es un Sexta Aumentada)
Pero esto no lo tengo nada claro, esta identificación me parece una forma artificiosa de relacionar la teoría clásica con la del jazz y nunca me ha terminado de convencer.
A mí siempre me ha dado la sensación de que los Sexta Aumentada y el Dominante Substituto son cosas distintas. El D.S., tal como se usa en el jazz, me parece auditivamente una mezcla entre acorde de dominante y acorde de adorno por armonía paralela, típicamente acorde apoyatura, mientras que los S.A. son elaboraciones contrapuntísticas, subproductos como el napo del embellecimiento lineal con notas extrañas y cuya conducción de voces es más fluida y sofisticada que el paralelismo del D.S. La sensación auditiva no es la misma.
Buscando fundamentación para esa sensación mía me he encontrado con este excelente ensayo de la profesora Nicole Biamonte, que encuentro que da un sustrato teórico sólido a mis barruntos:
http://www.mtosmt.org/issues/mto.08.14.2/mto.08.14.2.biamonte.html
Entre otras cosas maneja conceptos más matizados, como que los acordes alterados cromáticamente no tienen fundamental propiamente dicha o que el D.S. se puede considerar un acorde de tónica dual. Lo que yo describo como "sensación de acorde apoyatura" la profesora Biamonte lo denomina "intensificación cromática de la dominante", lo cual tampoco me parece mala forma de llamarlo.
Para quien no esté familiarizado con la notación, el número con acento circunflejo se usa para denotar el grado de la escala, distinguiéndolo así del grado armónico. En Do mayor ^2 sería la nota Re, mientras que II sería el acorde Re-Fa-La. A lo mejor podríamos adoptar esa notación aquí.