Estos son dos extremos. Hacer música, no creo que pueda ya acotarse entre trucos escolares del tipo bueno, malo, culta, vulgar, alfabético (que se atiene a la "letra" o lo escrito) o analfabético (sin un ordenamiento respecto a ninguna escritura, pero tal vez, con un orden personal). Desde luego, hay grandes músicos "analfabetos", en la India, por ejemplo. Su dominio de la improvisación rítmica y melódica, dejaría con la boca abierta al más reputado y caligráfico músico de letra. Igual podría decirse del Jazz, o del Gagaku, etc, no se escriben, pero eso no impide que sean un camino que puede ahondarse toda la vida.
Pero, supongo, que al que le gusta hacer música, a menos que atienda a su proyección social, no le interesará mucho, la clasificación de su valía, según piense más que intuya, o baile más que cante, o toque más que sienta, o hable más que exprese. Es complicado, y fácil.
(por formación, entiendo la postura de Aluaga. Aunque llega un momento en que te das cuenta que es más importante, ayudar a seguir adelante, se encuentre donde se encuentre cada uno, sin discriminaciones. No existe una postura desde donde se pueda enseñar a todos los demás.)