Aterrizo un poco de golpe en el hilo, y reconozco no haberlo leído entero... Querría dar mi opinión.
En relación al concepto de teoría estoy completamente a favor de su utilidad. Me gustaría decir que la teoría jamás puede ser perjudicial, pero la realidad es que he conocido demasiados casos donde coinciden la falta de ideas originales corregida por una teoría evidente. Pero esto no nos tiene que llevar a error. Ver la teoría como un conjunto de mandamientos cerrados, como si fuese un libro de leyes, es completamente absurdo (aunque muy habitual). La teoría bien entendida, y en este caso, la teoría musical, no debería tomarse más que como una manera de concretar determinadas ideas musicales. Lo cierto es que mucha gente tiene teoría sin saberlo, de hecho me cuesta creer que alguien que ha tocado un mínimo de tiempo no vaya conformando ciertos conocimientos alrededor de la música. Recuerdo cuando empecé (lo hice solo) como me iba montando la lógica de cómo funcionaban las cosas. Iba a ciegas, pero hombre, algo se iba recogiendo. Luego al leer y hablar con gente, vas ubicando las cosas en su sitio. Quizás le tengo aprecio a la teoría, porque para mí siempre fue un proceso natural, pero entiendo que los que hayan tenido que soportar a esas analfabetas alfabetizadas profesoras de solfeo de los conservatorios de música le tengan bastante rabia. Un músico sin ideas por culpa de la teoría, también lo sería sin ella; un músico con ideas se potenciará también con la teoría. ¿No creéis?
Por tanto la teoría no es que sea buena o mala, es que es imposible evitarla, y ya que está, si se educa bien, puede convertirse en algo increíblemente útil. Incluso en un gran motor. Es cierto que puede estar complicado encontrar a buenos profesores, pero creo que hoy en día esa materia funciona mucho mejor que antaño.
Es cierto por eso, que el conocimiento condiciona, pero eso no ha de ser malo. No me cabe duda, por poner un ejemplo, que Wagner no hubiese compuesto lo que hizo sin conocer a Liszt. Cuando uno conoce ciertas cosas, está influenciado por ellas. La teoría evidentemente también conlleva consecuencias, pero no tienen que ser malas. En el lado contrario también hay casos simpáticos. Tipos que parecen de otro planeta y que hacen cosas muy curiosas, a veces rozando lo hortera, a veces la genialidad.
Y luego están los estilos. Uno puede coger su guitarra, un par de músicos, y con un poco de comunicación oral hacer maravillas de música, aunque no haya tenido conocimientos más reglados y amplios. Pero no le pidas que escriba para gran orquesta de oído y sólo por intuición, porque será un gran desastre (asegurado).
En relación al concepto de teoría estoy completamente a favor de su utilidad. Me gustaría decir que la teoría jamás puede ser perjudicial, pero la realidad es que he conocido demasiados casos donde coinciden la falta de ideas originales corregida por una teoría evidente. Pero esto no nos tiene que llevar a error. Ver la teoría como un conjunto de mandamientos cerrados, como si fuese un libro de leyes, es completamente absurdo (aunque muy habitual). La teoría bien entendida, y en este caso, la teoría musical, no debería tomarse más que como una manera de concretar determinadas ideas musicales. Lo cierto es que mucha gente tiene teoría sin saberlo, de hecho me cuesta creer que alguien que ha tocado un mínimo de tiempo no vaya conformando ciertos conocimientos alrededor de la música. Recuerdo cuando empecé (lo hice solo) como me iba montando la lógica de cómo funcionaban las cosas. Iba a ciegas, pero hombre, algo se iba recogiendo. Luego al leer y hablar con gente, vas ubicando las cosas en su sitio. Quizás le tengo aprecio a la teoría, porque para mí siempre fue un proceso natural, pero entiendo que los que hayan tenido que soportar a esas analfabetas alfabetizadas profesoras de solfeo de los conservatorios de música le tengan bastante rabia. Un músico sin ideas por culpa de la teoría, también lo sería sin ella; un músico con ideas se potenciará también con la teoría. ¿No creéis?
Por tanto la teoría no es que sea buena o mala, es que es imposible evitarla, y ya que está, si se educa bien, puede convertirse en algo increíblemente útil. Incluso en un gran motor. Es cierto que puede estar complicado encontrar a buenos profesores, pero creo que hoy en día esa materia funciona mucho mejor que antaño.
Es cierto por eso, que el conocimiento condiciona, pero eso no ha de ser malo. No me cabe duda, por poner un ejemplo, que Wagner no hubiese compuesto lo que hizo sin conocer a Liszt. Cuando uno conoce ciertas cosas, está influenciado por ellas. La teoría evidentemente también conlleva consecuencias, pero no tienen que ser malas. En el lado contrario también hay casos simpáticos. Tipos que parecen de otro planeta y que hacen cosas muy curiosas, a veces rozando lo hortera, a veces la genialidad.
Y luego están los estilos. Uno puede coger su guitarra, un par de músicos, y con un poco de comunicación oral hacer maravillas de música, aunque no haya tenido conocimientos más reglados y amplios. Pero no le pidas que escriba para gran orquesta de oído y sólo por intuición, porque será un gran desastre (asegurado).