Bueno, la cultura siempre sirvió para enmascarar a muchos necios, vamos a ver si aclaramos lo de la enajenación y el conocimiento de la música:
" En esta cultura, en esta época, disociamos la experiencia.(...) Toda disociación es una forma de enajenación. El mecanismo de la enajenación puede definirse psicológicamente asi: yo proyecto una experiencia, que potencialmente está dentro de mí, en un objeto exterior. Es decir, yo me enajeno de mi experiencia y la proyecto en alguien o algo exterior. Entonces, trato de entrar en relación con mi humanidad estando en relación con el objeto en el cual la he proyectado. Esto es enajenación, enajenación e idolatría. Ambos términos significan que me he despojado, me he anulado, me he paralizado, me he desembarazado de una experiencia viva..."
Erich Fromm "Espíritu y sociedad"
Y si éste es el mecanismo de enajenación, ¿qué papel tienen en él la teoría musical, los dogmas, los instrumentos, la academia, la enseñanza musical y el conocimiento directo de la experiencia real de la música de forma única y personal ? ¿quien tiene más probabilidad de enajenarse, el que descubre la música por si mismo o el que necesita de traducciones y mediadores que le "enseñen" ?
Ahora ha quedado bastante claro que la palabra enajenado ha sido empleada, como mínimo, de manera forzada y parcial.
Lo que yo veo en la música es que, por los motivos que sean (...), muchos prefieren la sensación de seguridad que ofrece la academia ortodoxa, (o la universidad) y en mayor o menor medida, se desembarazan, abdican, de su propia facultad (la única que de verdad lleva al conocimiento), y se atan a la academia, que les representa, porque sin ella están perdidos, no son nadie, pues le han vendido su alma.
Ese falso conocimiento les proporciona comodidad, respaldo "oficial", y hablan con fria seguridad sobre la música, que han aprendido de forma racional. Pero todos sabemos que no son ellos los que llevan las riendas de la música, del arte.
Luego vemos a gente como dicklorance, que aún habiendo estudiado musica, tiene la madurez suficiente para poner cada cosa en su lugar y no dejarse sobornar por la enajenación cultural, de elegir la MÚSICA.
Las partituras sirven tradicionalmente para transcribir, de forma indirecta, mas cómoda, práctica y racional, una pieza musical a terceras personas, para que éstas la recreen o interpreten, es sólo una manera de hacer esto, más ortodoxa, y esa es su función, ni mas ni menos, habrá gente que las necesitará, y otra que no, pero la palabra analfabeto sólo puede aplicarse a las partituras, no a la música, y la polémica ha surgido cuando sutilmente se nos ha intentado liar, o mejor dicho, ENAJENAR, vendiéndonos la idea de ANALFABETO MUSICAL por la realidad de analfabeto de partituras tradicionales, y esque la enajenación también es una forma de fundamentalismo.