Estos son Colombianos, me troncho con ellos.
Puede que haya verbos subjetivos, domésticos, coloquiales, como troncharse, en los que la forma sea local, se perciba en una zona: No expongo que esta forma (algo en desuso, como yo, y no reconocida seguramente en toda España) , aun en caso de duda, tenga que ser la elegida por ser originaria, por ser peninsular, hasta ahí, y hasta más, estoy dispuesto a compartir con la comunidad española parlante la corresponsabilidad lingüística y las autorías: tronchar es partir, truncar, quebrar en Español, así que troncharse de risa debería ser reconocido inmediatamente por cualquier usuario del español en cualquier parte de la extensa zona de mal hablantes del Español (la mía está bien incluida en esa zona y gana terreno día a día en el mal español, tranquilos, parlantes...), precisamente, para vergüenza de los oriundos de la país generador de la lengua, cuadra, palabra perfectamente española, causa extrañeza y, en bastantes interlocutores españoles, incomprensión
El nuestro es un idioma que se ha desarrollado entre pobreza, España no ha sido, salvo unos 25 años, recientemente, un país muy rico que digamos, y buena parte de América Latina, menos todavía, combinando inmigrantes europeos del sur o del este (Argentna sin ir más lejos), con poblaciones indígenas relegadas. Y nos llega la invasión lingüística con la tecnología y el dominio económico, eso sin que en muchos países que usan el español se oponga resistencia alguna; los casos más sangrantes seguramente son los de Colombia, en donde se mantenían arcaísmos del XVI que, para cualquiera eran un tesoro, y donde existía una riqueza terminológica enorme, aunando formas cultas y populares originarias de la España del siglo del oro, con palabras locales, indígenas y hasta africanismos españolizados en la zona nordeste, o Méjico, para cuyo nombre se empeñan en mantener el arcaísmo de la equis por la jota, que ha producido literatura, edición y periodismo, y que ha cuidado la educación y el habla hasta que finalmente, ha sucumbido por otra invasión más a las que ha sufrido del otro Estados Unidos del norte.
Yo creo que reprobar induce al error, es una forma provinciana de una legua que, por extensión geográfica, es imperial, es claramente errónea, mal elegida, se entiende por el contexto; pero me enerva, me chirría y protesto, es lo que me queda, igual que protesta A800 cuando se confunde entre distintos tipos de decibelio, las consecuencias para la integridad auditiva, para mí son igualmente desastrosas.
Más que un español neutro, lo que hace falta es una RAE que le eche cojones, y una mejor que mucha o una que ejerza autoridad en vez de dar por bueno todo; si no, puestos a admitir la evolución, que cada país evoluciones hacia donde le de la gana, que yo, aeste paso, voy a decidir que mi idioma y el de otros es distinto, que no es común. Más que neutro, mejor con registros, abundante, fuerte frente a una invasión lingüística, que siempre han existido las influencias, préstamos y conquistas debidas a dominios militares y políticos, pero no con el supuesto desarrollo que se ha encontrado el inglés en América Latina, aunque sólo sea por algo de orgullo bolivariano, de rescoldo del nacionalismo criollo que se invoque en festejos, algo se podrá hacer, ¿no?.
Y español neutro, no; no quiero privarme del disfrute de escuchar o leer argentinismo, italianismos argentos, modismo porteños, rosarinos, ni, sobre todo, esa joya que son los insultos del antiguo Virreinato de la Plata.
Bueno, estamos desviándonos del cero, por la física, por lo personal y ahora, por lo lingüístico.
Volvamos al cero y al clipeo, ¿ves?, No tenemos palabras propias para muchos fenómenos, somos unos fenómenos.
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