Respecto a profesores y alumnos, al hilo de esa controversia que se ha suscitado; detesto que un foro que era de iguales (o parecidos) se acabe convirtiendo en un foro de ayuda. A los sitios hay que ir cagao y meao.
Reconozco que hay dudas sobre aspectos que puedo desconocer en informática que puede que haya encontrado la clave, la respuesta o la respuesta aberrante que me ha centrado para buscar la respuesta certera, porque estos foros de ayuda cristiana iberoamericanos están llenos de errores (de bulto, de los lingüísticos o de cultura general, de escolarización pura y dura, ya ni hablamos).
También he hecho alguna pregunta directa al foro, creo que de cierto nivel, buscando la experiencia probable (y así se ha demostrado en cada caso, incluida alguna posible ausencia), esas contadas con los dedos de las manos, en muchísimas menos ocasiones que el resto de mis intervenciones.
Entiendo que a esta o a cualquier web le salga a cuenta que se ofrezca este servicio altruista caritativo a usuarios indeterminados que puede que se queden (seguro que en muchos casos, en la mayoría de ellos a seguir preguntando en vez de a indagar; en otros acaban siendo al mes o al año transmisores de saber (frecuentemente parcial y con no pocas carencias incluso imprecisiones); yo, sin embargo creo que el saber ha de ser lectivo y categórico, con esfuerzo y calificaciones.
Pero no sólo en los foros, no entiendo cómo gente de prestigio pregona en vídeos tutoriales ( a cambio de una regalía, un estipendio pequeño o una suscripción que luego puede ser compartida) no ya saber estudiable; sus trucos de una vida (lo que los vagos llaman tips).
Lo primero puede y debe ser impartido a cambio de un salario al profesor cualificado (o del convenio que compense al profesor o calaborador de prestigio); lo segundo en absoluto compensa, viene muy bien según parece; pero a mí me parece que no sale a cuenta.
¿Tan mal de trabajo están los estudios y los gurús como para malvender este tipo de experiencia que a veces no está escrita?
Es preferible hacer amigos por interés, incluso dejarse que se hagan amigo de uno por interés si es a la inversa y le saquen a uno la sangre (si es a sabiendas) a malvender ciertas cosas.
Esto con la música de verdad (la de la armonía, y las notas) no pasa, toda está explicada y, pese a la reiteración creativa, sigue habiendo espacio para que uno u otro sigan creando su discurso personal, y, si hay suerte de ser reconocido, hasta pueden defenderte las leyes por plagio.
Así que, ya sabes Maabo, a seguir dándole a la creación.