Lenguaje es en la música, su propia especificidad, el lenguaje musical, la asignatura, el propio mensaje, los elementos que la sustentan: el ritmo, la armonía, las formas, la musicología.
El sistema de representación no es el lenguaje, es parte de ello; pero sólo un sistema de escritura, sujeto a ciertas normas gramaticales y cierta ortografía, la semántica está repartida entre dobles barras, signos de dinámica, líneas adicionales, etc.
buena respuesta, carmelopec
¿es universal el lenguaje de la música? ¿qué pasa con los oyentes que escuchan una sinfonía y no saben de su forma, plan tonal, etc? ¿o una fuga y no saben de exposición, modulaciones, etc? ¿y si un violinista toca una sinfonía y desconoce la forma sonata?
Pues lo mismo que los que escriben sin signos de puntuación, que les entiende su padre.
Igual exagero, pues el lenguaje oral, se mama de las mamás; pero no muy lejos nada la cosa.
Y eso referente al puro código comunicativo; que tu pregunta iba más allá, te respondo que soy más viejo a la segunda parte, la de las formas, la del código cultural, pues que no se enteran de la misa, la media.
Ejemplo claro: tía neo beatnick escuchando a Mikolópez tocando; elevado porcentaje de obnubilación carteo de interesante y memez supina; vamos , en palabras claritas; sin puta idea de la armonía musical moderna, poco se puede disfrutar, precisamente, del jazz, pues es fruto de una vanguardia (que no me vengan ahora primitivistas aludiendo al negro espiritual y el algodón),de un avanguardia, de un alto grado porcentaje de esperimentalismo y de un comopnente trangresor que alguna de esa tlearañoide no comprende.
En Alemania será diferente: saben música.
Se te va la olla, Carmelopec. Para disfrutar de la música no hace ninguna falta "saber música", si eso fuera cierto los músicos no tendrían audiencia, dado que un mínimo porcentaje de la población tiene formación musical "académica". El mundo de la música no vive de sus profesionales, sino de los aficionados, que llenan conciertos, compran (o descargan), etc.
El jazz no es diferente, en este sentido, y es además una música lo suficientemente antigua como para acoger distintas corrientes, algunas francamente conservadoras. Es cierto que las vanguardias son más difíciles de asimilar sino hay una formación en estética, porque al transgredir el código común se alejan del espectador "medio". Pero los clásicos de hoy fueron vanguardia ayer.
Y lo de la chica beatnik...¿Qué pasa, los que no sabemos teoría no sentimos la música? Valiente tontería. La música es mucho más que un código, una sintaxis, etc. Cada uno la asocia con sus propias experiencias y le otorga un sentido.
Lo que pasa es que queda mejor ir de sabio gruñón.
Sí, queda de cojones, me hace empatizar un montón, además no gruño, son años de experiencias y de no haberme tragado ni una. Eso no es sabiduría, ni arrogancia de ello; es puta experiencia, ligeras dotes de observación y ser atrevido, preferir excederme a quedarme en la medianía y lo plausible.
Eso de sentir sí que es tontería, es una cstegorización falsaria, engañosamente populista y providencialista de la cultuta y el bienestar para todos, algo tan falso como efímero.
Los que van al auditorio con la partitura, a parte de molestar con tanta hoja, pueden estar ejerciendo pura pedantería ; pero, sentirse, se siente vértigo, calor o frío, hasta naúsea; la música, incluso bastante antes en la historia que las artes figurativas, o se entiende, o no se entiende, para dar gustito hay cosas más prácticas, incluso para el oído.
Respecto a que los músicos no tienen audiencia si fuera cierto mi atrevimiento de que sin audiencia docta no hay transferencia ni medio aceptable (eso en el caso de que fuera tan relevante la transferencia), sí que la tienen: en países civilizados, en aquellos en los que se enseña música, o sea, no en España.
El flamenco sí se vale de una tradición oral, de la trafición hispano árabe melismática y de cierta rigidez ( que, al menos ha garantizado un código inteligible), aquí hay audiencia y no sólo público.
#112
Más que sobrecorregido, sobrecogido, pues ahí el si no es reflexivo. Sobre lo que sea no te digo que no resulte ser, mejor sobre (o todavía mejor bajo) una harpista, por proponer un ejemplo; pernicioso, ni te cuento, seguro que contagio la blenorrea.
Se está originando un debate paralelo, pero a riesgo de entrar en el off-topic: la música entra por el sentido del oído y provoca una sensación acústica. Esa sensación puede transformarse en emoción (alegría, tristeza, sorpresa, miedo, asco, ira o desprecio) y también puede analizarse racionalmente.
Tanto la sensación-emoción como el análisis intelectual pueden proporcionar disfrute de la música, pero ¿hasta qué punto es compatible disfrutar de la emoción y analizarla al mismo tiempo? ¿En qué medida el análisis produce nuevas sensaciones que pueden adulterar, enmascarar o potenciar la emoción producida por la sensación acústica?
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Cierto, es un debate paralelo; es el efecto fecundo de hablar de música en claves musicales.
Si algo no entiendo en todo esto es porque alguien que piensa que no sirven para nada la teoría y la lectura musical se obsesiona en convencer a los demás de que es así y debe ser así.
Hay músicos que se apañan sin partitura, allá ellos. No se si se ha citado en este hilo pero estando reciente su muerte me extrañaría que no. El gran Paco de Lucía tocaba de oído y por posiciones. La pasada semana estuve revistiendo un documental sobre él. Pero también llegado un momento admite que para prepararse el Concierto de Aranjuez tuvo que ponerse a aprender a leer y lo mal que lo pasaba cuando fue invitado a improvisar con Mac Laughlin o Corea al no controlar elementos de teoría musical que le ayudaran a comprender cosas que el oído no llegaba a aportarle.
Es así de simple. La partitura y la teoría no son la música, pero bien aprendidas te ayudan a crecer como músico y no quedarte atascado en cuatro trucos. Si uno es feliz sin teoría y sin lectura, pues que lo siga siendo. Es cierto que hay casos de músicos grandes que no leen ni saben teoría, cierto, lo mismo que hay gente que no sabe leer y habla de miedo. Pero son casos excepcionales, reservados a genios o gente muy dotada. La gran mayoría de músicos de alto nivel en todos, todos los estilos de música son grandes conocedores de la teoría musical y lectores de todo tipo de música.
Sobre los nuevos métodos de escritura musical hay que decir que la escritura tradicional no usa uno solo. Cada momento en la historia ha tenido su propio sistema de representación musical, incluso cada cultura tiene el suyo propio. Pero es cierto que en la música occidental hay uno estándar y que ha generado escritura musical desde hace muchos siglos. Conocerlo supone abrir la puerta al conocimiento de miles, millones de obras musicales de todo tipo, género y gusto, además de a cientos de libros que te aportan conocimiento sobre ello.
Los nuevos métodos de escritura musical SIEMPRE han estado asociados a la creación de nueva música, a la composición. Una nueva forma de expresarse puede necesitar de un nuevo método de escritura. Pues estupendo. Se aprende y punto. Pero lo que no tiene sentido es fundamentar la lectura musical en un sistema que no es de iniciación, es ya final y que provocará al alumno, sea profesional o aficionado la incapacidad de poder leer música.
Insisto en el ejemplo. Si enseñamos a los niños a leer en fonético seguramente pronunciarán mejor y no tendrán problemas para emitir sonidos como cualquier nativo en cualquier idioma, pero eso no hace que sepan entender el idioma y les incapacitaría para leer los millones de libros publicados. Y no solo eso, ni el Whats App podrían leer. Un suicidio cultural.
Lo que el personaje propone en el vídeo podría ser interesante para iniciar a los niños en la comprensión de la teoría y la lectura, pero no un método de escritura final. Pero eso es inútil discutirlo ahora, el tiempo lo dirá. El tiempo y los usos musicales. Un sistema basado en colores complica y encarece la impresión y copia de música, una fotocopia en blanco y negro de una partitura de esas no serviría para nada. Copiar una partitura significa disponer de todos y cada uno de los colores y pasar muuuuccho , muuuucho tiempo rellenando de color cuadradillos. (Con lo fácil que es pintar un par de rayas y tener una negra en la línea correspondiente) Y no me imagino a un pobre director de una orquesta, de una banda o de una bigband leyendo el guión con cientos de cuadradillos uniformes de colores variados (¿y los transpositores cómo los escribimos?) tratando de descubrir que nota tiene que tocar el clarinete 2º.
En fin que más allá de si me gusta o no la teoría el asunto es qué puedo ganar aprendiéndola. Si, como somos mayores de edad, pensamos que nada, uno es libre de seguir en su ignorancia, pero es absurdo intentar convencer a los demás de que tiene que ser como ellos digan. ¿A qué viene esa obsesión por prohibir la teoría, la lectura o la escritura musical?
A mí me convencerán cuando la gran mayoría de genios de la música sean analfabetos en lectura y teoría.
Hace poco se citaba en este foro un curso de Jazz on-line impartido por el vibrafonista de Jazz Gary Burton. Un tipo que toca Jazz y toca de manera magistral. Cualquiera que haya visto los vídeos del curso sabrá el dominio que tenía de la lectura y escritura musical. En otro hilo se citaba al gran Bill Evans otro con un gran nivel teórico y mucha curiosidad y conocimiento de músicas que no eran las de su especialidad.
Evidentemente son genios, pero el conocimiento les hace crecer aún más como artistas y como genios creadores. Siempre digo que Mozart fue un niño prodigio y un gran genio, pero hasta Mozart tuvo que estudiar lectura y teoría y estudiaba para tocar como tocaba el piano. Si un genio tiene que hacerlo cuanto menos una persona que no llega a esa categoría.
Hay que pensar con la cabeza.
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