Aylos escribió:
Entre la Sgae y su dichoso canon y los piratillas de internet... Si realmente te gusta la música, paga por ella. A mi no me sabe mal comprar música... pero toda la gente que dice que le gusta el cine o la música (o incluso los libros) y se lo bajan todo gratis y algunos de manera ilegal de internet... pues que quieres que te diga, prefiero gastarme mi dinero en pagar un trabajo que me gusta, para que quizás puedan hacer mas y no cierren los estudios y los sellos y las discográficas como esta pasando.
Antes de existir las discográficas existía la música y después de ya comenzada la crisis de las mismas hay mas música en circulación que nunca. Desde luego no creo que la pervivencia de las discográficas haya de ser un motivo para pagar por las copias digitales de las obras musicales. No vamos a perder nada si las discográficas desaparecen. Ahí están el MySpace o los Netlables. Música desde luego no nos va a faltar.
Me decís: "Si realmente te gusta la música paga por ella".
Vale, si, pago. Pago por los conciertos, pago por las camisetas, pago incluso por una bonita portada de un bonito vinilo blanco o por un cuidadísimo y precioso libreto o digipack que aloja en su interior un bonito CD, pero no pago por una simple copia digital que puedo hacer yo mismo gratis en mi casa y cuyo valor de mercado es cero. Nadie puede obligarme a pagar por algo que no tiene valor.
Y es que se nos olvida que no estamos hablando de originales, estamos hablando de meras copias. Todos los discos que se venden son solo eso:
burdas copias de un master.
En la sociedad analógica la realización de copias de calidad tenía un coste elevado y la tecnología necesaria para su realización era monopolio de la industria discográfica, es decir, existía un monopolio tecnológico por parte de la industria discográfica. Ello le permitía a ésta imponer sus precios en el mercado. Si un vinilo vale dinero es porque no todo el mundo dispone de la tecnología necesaria para planchar un vinilo.
Pero con la revolución digital la industria discográfica pierde ese monopolio tecnológico y ya no puede imponer sus precios en el mercado. No todo el mundo puede planchar un vinilo pero si todo el mundo puede quemar un CD o compartirlo a través de Internet. Y no solo eso, puede hacerlo a un coste prácticamente nulo. El monopolio tecnológico de la industria discográfica ahora es patrimonio de toda la sociedad.
No estamos robando un original estamos haciendo gratis unas copias que antes solo podía realizar la industria discográfica en virtud del monopolio tecnológico que poseía. Perdido ese monopolio se pierde también la posibilidad de imponer un precio por un producto que cualquiera puede producir en su propia casa y a un coste prácticamente nulo.
Pero la industria discográfica ha sido incapaz de aceptar la pérdida de su monopolio tecnológico y se empeña en seguir cobrando lo mismo por un producto cuyo precio de mercado ahora es prácticamente nulo. Y no contenta con cobrar por lo que carece de valor intenta criminalizar a los que no están dispuestos a pagar ese precio.
En resumen, a una copia solo se le puede imponer un precio en virtud de la existencia de un monopolio tecnológico ligado a la realiazación de dicha copia. Perdido ese monopolio se pierde también la posibilidad de fijar ese precio.
Económicamente no hay pues justificación alguna para cobrar por una copia digital. Las únicas justificaciones son de índole moral pero las leyes no pueden basarse en consideraciones morales o religiosas. Si tu quieres pagar por un CD porque lo consideras moralmente justo para el sostenimiento de la música sigue pagando pero no intentes imponer a los demás tu propia moral.