Los tiempos están cambiando; en el pasado milenio se produjo una espectacular diversidad en la producción de sintetizadores, samplers, y equipos de estudio. En aquéllos (ahora tan recordados) años 80s y 90s (que tuvieron su lado muy oscuro, por otro lado...), la oferta de los fabricantes era realmente abrumadora, y los precios de los equipos también.
Es un clásico en los foros el comentario del tipo "estuve durante meses mirando el escaparate de la tienda "x", soñando con poder adquirir algún día el modelo "y", que me quitaba el sueño". Pues sí, eran muy caros, pero también estaban muy bien fabricados porque en aquellos tiempos había una miríada de formaciones en grupo cuyo fin era la actuación en directo y todo lo demás. Incluso los modelos de equipos fabricados en plástico tenían una solidez que hace que aún perduren (Poly 800, por ejemplo). El segundo mensaje clásico en los foros, relacionado con el anterior, es por fín he conseguido un modelo "z", por 100 euros!!!.
Claramente, para la inmensa mayoría de sintesistas sin yate en el puerto, era la opción para poder acceder a equipos electrónicos sensiblemente inasequibles en su momento, un verdadero chollo cuando los equipos "pasaban de moda", y ya no tenían ese factor de "impresionar al prójimo" tan relevante como el que tuvieron en el momento de su salida al mercado.
Pues bien, el tiempo va transcurriendo, y los tiempos van cambiando.
Ocurre, por ejemplo, que entre "la Filomena" (-12 grados C en mi zona), y la "ola de calor actual" (+43 grados C en mi zona), hay una variación térmica suficiente para destrozar la salud del observador, pero esto también afecta a los objetos inanimados. Un equipo electrónico que lleva treinta o cuarenta años dilatándose y contrayéndose no es lo más apropiado si se pretende que el equipo tenga la funcionalidad que tuvo en su día, cuando salió de fábrica, ni mucho menos la fiabilidad ni su sonido.
De acuerdo que nada es eterno, pero un equipo que enciende no significa que funcione bien; esto es tan básico que casi no sería necesario ni escribirlo, pero bueno...
Incluso un equipo que ha estado en una "caja del tiempo" o "nos", no tiene porqué funcionar bien, es ya casi "vox populi" que sin una sustitución de condensadores el equipo va a sonar "meh...". Los guitarristas, baterías, bajistas, por ejemplo, están habituados a realizar el mantenimiento de sus instrumentos, cosa que no suele ocurrir con los sintesistas.
A fecha actual, infernal mes de agosto de 2022, un Juno-106, por ejemplo, cumple 38 años. Yo no esperaría que funcione bien si no se le ha hecho el mantenimiento en ningún momento anterior; y eso lleva también a otra cuestión: si se hizo el mantenimiento... ¿se hizo bien? He visto destrozos que no podríais imaginar....
La idea de que comprar un instrumento electrónico sofisticado en segunda mano que pese a tener la tira de años está en su plenitud, es una idea propia de tiempos pasados que ya no es aplicable en 2022, es una idea obsoleta porque "los tiempos están cambiando".
Añádase que el precio de los componentes electrónicos ha subido aproximadamente un 80% en los últimos ocho meses, lo que encarece la reparación o restauración; y mejor no hablar de la justa retribución por su trabajo que debe percibir el técnico electrónico.
Hay muchos cuentos clásicos sin final feliz (la cerillera es uno de mis favoritos en este género: https://es.wikipedia.org/wiki/La_peque%C3%B1a_cerillera ).
resumen: aviso a navegantes: comprar un equipo electrónico de segunda mano "con sus años en las espaldas", puede llegar a ser una pesadilla y un azote al sueño de su nuevo afortunado poseedor, un sueño largamente perseguido de poder disfrutar de ese equipo que tanto se deseó y nunca se pudo disfrutar, hasta ahora.... pero ahora ocurre que no funciona bien...
reflexión final: estoy convencido que si hubiera nacido en este milenio, en el caso de tener afición por la música electrónica igualmente (cosa que no sé yo si.... a la vista de la música electrónica publicada en los últimos 15-20 años), ni me plantearía adquirir equipos hardware "vintage", porque los riesgos superan ampliamente los potenciales beneficios, y la realidad es que el avance de la informática permite unos resultados sonoros ultra-buenos en la emulación de todo lo clásico (eso sí, prepara un buen computador chutado a tope).
Y para terminar, espero que no se haya herido sensibilidad alguna con mis palabras, que no es mi intención; no leo muchos foros, pero me da la impresión de que -al menos en castellano, y en nuestra orgullosa España- se habla muy poco de esto, y se reflexiona menos aún. Así percibo los tiempos de hoy.
Saludos a todos y ¡a disfrutar de la música!