En España prácticamente no hay memoria histórica real, invito a recordar aquello del gasógeno. En mi opinión los europeos nos hemos convertido en unos seres débiles y dependientes muy mal acostumbrados a la sobreabundancia en la oferta. En ese sentido los que hemos experimentado las privaciones de bienes materiales pudiera ser que estemos más preparados para afrontar la escasez que viene. Como no hay mal que por bien no venga igual se produce un giro social de manera que importe más la persona que sus bienes, aunque atendida la historia de la humanidad tengo serias dudas.
Volviendo a la obsolescencia de los equipos, recientemente he restaurado mi amplificador Vieta A217, y los condensadores enormes que lleva en la fuente de alimentación (italianos), siguen funcionando de maravilla 62 años después.