Un tal Beethoven compuso, entre otras, una sonata para piano en Mi mayor, (nº 9, Opus 14 nº1). Cuando la arregló para cuarteto de cuerdas la traspuso a Fa mayor. Tal traición a la ética fue lo que le causó sordera.
Trasponer depende del contexto. Cuando un compositor elige una tonalidad hay muchos factores que entran en su elección: tesitura de un/a cantante o un instrumento, color en cierto registro, facilitar la interpretación de ciertos pasajes si el color de la instrumentación no es vital, o, simplemente, algo tan arbitrario como completar el álbum de tonalidades, como en las típicas colecciones de 24 estudios, 24 preludios, etc.
Una pieza traspuesta no suena igual que en la tonalidad original pero, dependiendo del contexto, en un momento determinado puede haber razones más poderosas que la fidelidad al original que aconsejen la trasposición.
En el caso de Beethoven, no sé la razón, pero no es lo mismo la sonoridad de un piano que la de un cuarteto de cuerda: también cambia figuraciones rítmicas, articulaciones, etc. Supongo que al transportar a Fa se gana la posibilidad de tener un Do dominante bien gordo en las cuerdas graves de cello y viola y todas las cuerdas abiertas del cuarteto pertenecen a la tonalidad, así que es una opción que da posibilidades interesantes.
Medios de trasposición automática como el botoncito del teclado los ha habido todo la vida: cejillas, scordatura... si te empeñas, los pedales de un arpa, o las llaves de una trompeta, que son una evolución de las bombas intercambiables de una trompa natural...
Eso sí, un teclista que le dé al botón y sólo toque música diatónica en do mayor tendrá un repertorio muy limitado (nada de tocar Schönberg o Giant Steps).