lgarrido escribió:
Afortunadamente, esa gente cuenta para más bien poco, a no ser que tengas la mala suerte de caer bajo su influencia, pero con esas miras tan ramplonas lo normal es que sea un área de influencia muy pequeña.
Todo depende del lugar al que el destino les haya aupado. Sin entrar en más detalles hay mucha gente con miras ramplonas que llega a ser ministro o presidente del gobierno, lugares desde donde se ejerce una influencia muy grande y decisiva.
lgarrido escribió:
Seguro, pero estás de acuerdo en que son probablemente los dos más populares, ¿no?
Tal vez en España, dudo que lo sigan siendo en muchos países del extranjero. La razón es su exclusividad, por la traducción al castellano, en los conservatorios "más modernos" (los que pasaban del Arín y Fontanilla) de los años 80 y 90 y por la ausencia de traducciones de libros más modernos. Uno conoce lo que hay y las tiendas de partituras de hace unos años tenían lo que vendían y nada más, al menos en el entorno lejano a la capital.
lgarrido escribió:
sino sólo aporrear a nivel de oboísta el enlace de acordes concreto que se está discutiendo, y es fácil (más hoy en día) encontrar grabaciones de las piezas en cuestión.
Un oboista de 14 años en Castilla y León comienza los estudios de Piano Complementario a la vez que Armonía en 3º EPM. En otras comunidades aún se empieza en 1º de EPM. Incluso un alumno medio así no tiene nivel pianístico para "aporrear". Tampoco estoy de acuerdo en que se deban escuchar los ejemplos de cualquier manera. Al fin y al cabo son música y es tan malo leerlos "aporreando" como leer una obra de teatro separando las sílabas como un niño pequeño.
Cierto que es fácil encontrar grabaciones, pero es complicado localizar el momento en cuestión en que suena el acorde en un movimiento de una sinfonía de 20'. En todo caso los medios ahora son mayores, por eso los libros deben renovarse. Seguramente Piston pensó eso cuando inició el trabajo de escribir su libro y no se conformó con venerar para siempre la Armonía de Rameau. Precisamente por eso, porque hay decenas de libros con multitud de material multimedia de interés y elaboración magnífica, va siendo hora de reemplazar al venerable Piston para que no acabe siendo el Arin y Fontanilla de comienzos del siglo XXI en España. Tal vez en España sea el país que menos interés se muestra por renovar textos y contenidos.
lgarrido escribió:
¿Seguro que un estudiante estadounidense que empiece un B.A. en música trae más bagaje teórico que un español que haya cursado Lenguaje Musical? Al fin y al cabo el Piston empieza explicando qué es un intervalo y qué es una escala.
Digamos que tiene un bagaje teórico diferente. Lo que yo conozco bastante a fondo son muchos sistemas de iniciación al piano, y la realidad es que el contenido teórico en los mismos es muy avanzado, bien secuenciado y desde el primer día la armonía se trata de una manera intuitiva y práctica. Tanto que en libros como el Thomson o el Bastien en primero de piano ya están enlazando y conociendo los acordes de tónica y 7ª de dominante. En 3º y 4º ya trabajan posiciones diferentes y estructuras de cadencia, etc. Los libros de los Faber abundan en lo mismo, armonía y teoría aplicada desde el primer día. Es cierto que no leen, no solfean, no cantan de la misma manera que se hace en Europa, pero todo libro de instrumento está compuesto por repertorio, lectura a vista, técnica y teoría.
Sin ir tan lejos el Método Europeo de Piano de Fritz Emonts dedica en cada libro un apartado extenso a la improvisación en el que hay contenidos armónicos bastante avanzados. Teniendo en cuenta que está pensado para los primeros años de estudio del piano se puede dar el caso de que un alumno que trabaje este tipo de métodos sepa realmente más de armonía, en toda la amplitud del saber, que un estudiante del plan 66 que hacía bolitas en cuatro claves.
lgarrido escribió:
El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro, el lado oscuro al La afinado a 432 Hz.
Bueno es que la discusión es sobre los libros que acompañan al maestro. Desde siempre es inquietud de los maestros buscar y reflexionar sobre los materiales. Sin esa inquietud Beethoven no hubiese escrito su libro sobre composición o Piston el suyo sobre Armonía. Ni Kirnberger intentado hacer el libro que Bach siempre se negó a hacer. ¿Y porqué el gran Bach nunca intentó siquiera hacer un libro sobre composición? Pues porque pensaba que era una tarea imposible. La composición siempre estaba en proceso de cambio, racionalizarla podría dar el resultado que dan los eternos libros de contrapunto severo con series interminables de reglas y prohibiciones. De las conversaciones que Kirnberger transmite con su maestro se conoce la tremenda tolerancia hacia las obras de los alumnos mediocres y su trato respetuoso. Baste poner la mejor obra de Kirnberger al lado de cualquiera de Bach para comprobar que el alumno en este caso no superó al buen maestro.
Yo hablo de mi experiencia. Algunos usan internet para cosas muy triviales a mí me abrió un mundo de comunicación entre músicos que me dio a conocer personas, materiales y proyectos que nunca podría haber conocido en mi entorno. Valorar lo que es válido o no es tarea del profesor. Creo que los enlaces que he recomendado demuestran que en internet hay muchas cosas de gran valor y no todo es basura. También hay libros penosos en las bibliotecas y nadie las difama de manera general por ello.
lgarrido escribió:
A mí sin embargo el Harmonielehre me parece un libro muy emotivo, que transpira un profundo amor por la música del pasado, sus principios compositivos y su vitalidad evolutiva, de la cual el dodecafonismo puede considerarse una consecuencia más. Lo de caduco y sin valor no lo veo por ninguna parte, máxime cuando los principios del dodecafonismo se basan precisamente en oponerse activamente a la tonalidad, así que en cierta manera de adolescente rebelde se podría decir que no dejan de ser tonales.
Si, pero entonces es un libro más de estética, filosofía o algo así que verdaderamente de armonía. El planteamiento Schoenberg es demasiado racional y cae en el error de dejarse llevar por su complejo de autodidacta al tratar de ser muy exhaustivo y técnico.
lgarrido escribió:
El Piston es una buena recomendación y una apuesta segura. Al aficionado casual le sobra libro, pero es fácil de encontrar nuevo o usado y de revender si deja de utilizarlo.
No veo yo tanta actividad en la compraventa de libros musicales. El Piston, como tantos libros históricos, circula con facilidad en pdfs por internet. Su reutilización solo la veo si el profesor lo utiliza o recomienda encarecidamente aunque luego no lo use nunca. Solo entonces se compra, o se pide prestado o se imprime de un archivo de internet.
Siendo malo y retorcido, hace unas décadas el mismo éxito lo tenía el Arín y Fontanilla. ¿A ver a quien le vendes esos libros que no sea un coleccionista de libros raros?
lgarrido escribió:
Incluir, tengo mis dudas, tendería más bien a decir que no. La armonía de la práctica común está tan fuertemente basada en el metaprincipio de independencia de voces que creo resultaría confuso integrar los dos campos. Estudiar de forma independiente sí, por supuesto. Y no sólo la armonía, también el ritmo y la instrumentación.
Tampoco lo comparto. La práctica es común cuando es común. El metaprincipio de la independencia de voces es solo para cierto repertorio de carácter vocal. En la música instrumental no hay voces, sino partes, y en muchas ocasiones las partes evolucionan de manera dependiente y paralela.
Yo creo que la armonía en el contexto del mundo actual para un alumno debería ser un medio para conocer cultura musical en su sentido más amplio. La histórica y la presente. El blues o el rock ya son músicas centenarias, son clásicas en ese sentido como las películas de cine mudo o el cine de Alfred Hitchcock.
En este caso no comparto la presunta estupidez de los alumnos en no saber diferenciar que en un ejercicio sobre armonía clásica deben utilizar de una determinada manera el lenguaje y que en música rock pueden hacer otras cosas. No comparto esa idea de que aprendiendo a escribir como un barroco o un clásico uno logrará ser un músico del siglo XX. Es una idea muy moderna que no ha demostrado claramente su eficacia.
El paralelismo no es algo ajeno a la música de otros siglos. Si un alumno es capaz de dibujar a mano alzada y con regla y cartabón no veo la dificultad de trabajar cada estilo con sus características propias.
Salvo algunas peculiaridades del enlace o del uso de determinadas funciones armónicas hay muchas cosas comunes entre la armonía del siglo XVIII y la del XX, sobre todo si nos fijamos en las innumerables colecciones de danzas.
Kotska incluye en su libro la que empieza a ser famosa en el entorno americano como Cadencia de Hollywood (esta no está en el Piston) y es que la música tonal como práctica común no acabó en el 1941 ni en Wagner. La armonía tonal sigue estando presente, muy presente en el mundo actual. Creo que merece la pena estudiarla sin exclusiones.