vagar escribió:
Incluso en el mundo de la copla, hay nichos que hibridan con otros géneros y que pueden resultar musicalmente estimulantes, aun siendo música popular. Por ejemplo, algunas comparsas o coros del carnaval de Cádiz tienen muy buenas letras y mezclan la rítmica y armonía aflamencadas con contrapuntos a varias voces y recursos del jazz y el musical americano. Y el flamenco jondo es una manifestación musical de primer orden.
Estoy de acuerdo contigo, pero solo en el caso de esa "hibridación" enriquecedora y en cuanto a los carnavales de Cadiz, no me cabe la menor duda que existen grandes compositores y letristas tremendamente prolíficos (Martinez-Ares, por ejemplo) que crean temas y letras que trascienden mas allá del ámbito carnavalero. Lo sé muy bién ya que soy de Cádiz y convivo con ello casi a diario.
Pero lo que no soporto,hablando de la copla, es ese "Dramatísmo" y sus letras que parecen las precursoras de los diálogos de un culebrón latino, por no hablar de la música en sí.
Aquí en Andalucía habia un "especialista cupletero" o séa un "Coach" de la bata de cola (El "Maestro Tejera" de Sevilla, hoy fallecido) que preparaba a niñas de toda la región -previo pago, claro- desde muy corta edad para intentar convertirlas en "Pantojitas" y cuyos padres arrastraban (y arrastran) por los escenarios de todas las verbenas de barrio con sus batas de cola, peinetas y abanicos. Al cabo de pocos años, las pobres criaturas acababan hasta la peineta de toda la parafernália y las aspiraciones "artísticas"
de sus padres, aspirando a poder comportarse como cualquier adolescente, con la musica y la forma de vivir lógica de esas edades y lejos de férreas disciplinas cuasi-militares.
Al final, muchas de ellas ya no quieren ser pantojitas y algunas, las menos, acabaron en orquestas o grupos de lo mas variopintos, o como solistas (algunas muy reconocidas hoy en dia, os asombraríais si os dijera el nombre de alguna), o simplemente abandonaron los escenarios y la música para siempre, pues ya tuvieron su sobredósis.
Otras siguen dandole a la peineta bervenera, haciendo bolos con la musica "midi cutre" enlatada (Antes en cassete, ahora en un pen-drive) y esperando quizas que llegue algún torero que haga realidad los sueños paternos o bién para pagar en Septiembre el material escolar de sus niños
Creédme. Es algo que he visto muy a menudo en primera persona y conocido muy bién.
Quizá por ello se ha reforzado durante años, aún mas si cabe, mi alergia por el cupleteo "pantogeríl".
No solo por el estilo, si no por el mundo que lo rodea. Todo un negócio. No sé si os podéis imaginar, por ejemplo, cuanto cuesta un solo vestido y sus complementos para estas niñas.