lgarrido escribió:
me preocupan aseveraciones como ésta:
D4v escribió:
#3 pero saber de teoría puede matarte el alma musical y la creatividad,por poner un ejemplo yo cuando mas se de sonido,cuanto mas se de técnicas de sonido mas creatividad pierdo por que le pongo mas atención a como queda el sonido que a la composición,por eso mismo si tienes un oído de la hostia al aprender teoría igual pierdes parte de ese oido
Me resulta difícil de comprender cómo una cosa perjudica a la otra, en lugar de complementarla. ¿Estás seguro de que es así?
Esta impresión también la tuve yo hace algún tiempo, así que creo que puedo explicarla con mi experiencia:
En un momento dado me puse a intentar aprender a saco, sin darme tiempo suficiente para asimilar y reflexionar, y tras tan solo una semana así, quizá dos, me encontré constreñido, incapaz de crear.
Al someter mis procesos de composición previos a las nuevas reglas, al tener tantos conceptos que seguir, me veía incapaz de dejarme llevar, de crear algo que me gustara, porque me costaba mucho integrar ambos mundos (ojo, que a mí aún me cuesta, pero es que aún estoy muy verde).
Este conflicto no es pequeño, y desmoraliza, lo digo en serio, más aún porque en cuanto me di cuenta de que estaba intentando un imposible quise volver a hacer cosillas tontorronas como antes, aunque solo fuera un tiempo, pero ya no podía, y tardé varios meses en volver a conseguir componer algo que me gustara. ¿Por qué? Pues porque me había saturado.
Pero como digo
creo es solo una impresión provocada por el ansia que todos tenemos cuando empezamos a aprender algo que nos apasiona.
Eso sí, aunque con el tiempo parece obvio, cuando estás en el ajo es todo un disgusto.
¿Qué provoca esa impresión? Bueno, en mi caso nadie me explicó que no basta con aprender qué nota es cada una y cómo se relacionan los sonidos: es imprescindible aprender a integrar esas normas con tu forma de pensar y sentir, asimilarlas de verdad. Y, si sientes que lo que estás creando lo necesita, saltártelas sin miramientos. Al fin y al cabo lo aprendes para crear mejor, no para seguir un manual al pie de la letra.
Una vez que entiendes esto último (o al menos cuando lo entendí yo) todo va mejor: las normas que ya has interiorizado te dan un plus, y las que aún te cuestan demasiado, las que hacen que te pares a pensar durante media hora para poner dos notas sin importancia, se quedan al margen hasta que tú decides aplicarlas, o hasta que se te ocurre que eso a lo mejor es útil para lo que estás haciendo.
Lo que sí es importante es aprender a no prestar atención a las cosas que te estorban.
Un ejemplo: llevo tiempo intentando aprender a escribir fugas, pero aunque al principio pensaba que no era muy complicado me está costando sacar algo en claro, así que cuando me pongo a componer (sin que sea un ejercicio sobre esto) paso olímpicamente del tema. Ya habrá tiempo para eso.
Bueno, supongo que con un buen profesor estas cosas serán más sencillas,
pero siendo autodidacta (yo lo soy)
creo que es muy comprensible pensar del modo que lo hace D4v.
En cualquier caso, D4v, yo te animaría a probar, pero no por obligación, ni porque sea necesario, ni porque lo diga nadie, sino porque a veces esto da una comprensión de tus propias ideas alucinante.
Eso sí, sin dejar que interfiera con tu forma de hacer las cosas (a menos que tú lo quieras), sino como un extra. Para mí esa es la clave para disfrutarlo sin que anule tu libertad creativa.
P.D.: Haya paz, que aquí a todos nos une la música, sea de un modo o de otro...