Las "reglas", como se suelen llamar en el foro, no son obligaciones ni principios ajenos a la obra musical. Las "reglas" se han obtenido de hacer ingeniería inversa de las grandes obras del pasado, se han extraído de la práctica "libre" de muchísimos compositores. No son un juego arbitrario inventado.
De este modo, las "reglas" (que me cuesta llamarlas así, prefiero el término "práctica habitual") son principios que han funcionado en determinadas épocas, y que es importante conocer para entender la práctica habitual de, insisto, determinadas épocas.
Casi cada semana sale en el foro el tema de las normas del contrapunto estricto, sin entender que esas normas no son aplicables salvo que estés componiendo algo "al estilo de principios del XVIII". Si no, las normas del contrapunto son muy buenas para tener en mente la conducción de voces, la capacidad de dar a cada instrumentista una línea interesante y con vida propia; pero las normas estrictas son sólo guías. Por eso no se pueden aplicar estrictamente a nada que no sea música de aquel entonces o música hecha como en aquel entonces. Esto es lo que ocurre con el ejemplo-trampa de Beethoven. Beethoven no estaba escribiendo ese canon en 1730, sino en 1802. No tiene ningún sentido analizar el grado de consecución canónico, nunca mejor dicho, en el canon de Beethoven.
Todas esas normas extraídas de la práctica común, sean de contrapunto, de armonía funcional, etc, son puntos de partida para entender las composiciones de los grandes maestros del pasado. Esas "normas", como decís, se han transgredido infinitas veces, incluso por aquellos que las han originado. Haydn rompía el modelo de sonata que él mismo originó casi en cada sonata, igual que Mozart, no digamos Beethoven o Brahms posteriormente. Schönberg o Bartok usaron muchísimo contrapunto, pero no el contrapunto académico del siglo XVIII, y no sigo que se haría un post interminable. Esto son cosas que todos sabemos, o que pueden descubrirse muy fácilmente escuchando.
Honestamente, a componer se aprende componiendo, y antes de eso escuchando, igual que a escribir una novela se aprende escribiendo y después de haber leído muchas novelas. Durante o después, pero en mi opinión nunca antes, aprender las normas y la práctica común de los grandes maestros sirve para afianzar raciolnalmente cosas que se han ido descubriendo escuchando y tocando, poniéndolas en práctica. Nadie aprende a fornicar viendo una peli porno o leyendo un tratado de fisiología anatómica, si se me permite la analogía poco edificante y muy gráfica.
También debo decir que en este tipo de debates siempre salen a relucir alumnos que tienen problemas, que sólo se fijan en las reglas, que "que cuando empiezan armonía ya te dicen que alguien les ha avisado de cosas como que "el unísono está prohibido" ", y honestamente malos estudiantes los hay en todos los campos. No nos fijemos sólo en los casos de fracaso, sino también en los casos de éxito. Todos los grandes compositores han conocido perfectamente las obras del pasado, todos han estudiado una barbaridad y escuchado una barbaridad. Eso no les ha impedido crear su propia voz, crear sus propias "normas" en el mejor de los casos...
Profesores que sólo explican reglas son malos profesores, siempre los ha habido, y alumnos que sólo entienden la práctica común y no ven más allá ni entienden que eso es un punto de partida es posible que sean malos alumnos, simplemente, y siempre los ha habido también.
∑æ escribió:A mí lo que me sorprende es que la gente acepte los listados de reglas que lee muchas veces en un solo libro con la misma ligereza que acepta los términos y condiciones de un programa informático o el facebook solo por ahorrar tiempo y poder usarlo. A poco que se leen varios libros, varios, más de dos. Se constata la disparidad de reglas, que algunos se exceden inventando reglas secundarias que pretenden evitar errores secundarios generalizando una prohibición que en la mayoría de los casos es falsa.
Este es un ejemplo que puebla el foro. Gente sin conocimientos y que está arrancando, cosa que es loable, que leen dos libros en el mejor de los casos, o 3 páginas web regulares sobre teoría musical en el peor, y creen que la armonía o el contrapunto está ahí, en cuatro reglas y tres atajos mal explicados. Pues no. Esto no son más que malos estudiantes, y honestamente, salvo que trabajen mucho, muchísimo, no llegarán a ningún lado, lamento decirlo. Para aprender cualquier cosa en profundidad hay que trabajarlo, no hay atajos.
Además, este es un debate un tanto falso, profesores al estilo de primeros del XIX no creo que apenas queden, y siempre parece desprenderse de este tipo de debates, muchas veces interesadamente por esos mismos wannabes que mencionaba más arriba, que la enseñanza musical es una cosa árida, tediosa, llena de reglas incomprensibles y con temas muy poco atractivos. Y sinceramente no creo que sea así. Ahora que aprender Música con la "M" mayúscula, implica tiempo y esfuerzo, cosa que poca gente esta dispuesta a invertir en casi nada. Lamentablemente padecemos una pandemia de TDAH a nivel mundial.